PLUMA INVITADA

Los grandes ausentes

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El lunes 9 de octubre estuvimos pendientes del mensaje presidencial y todos nos sentimos muy decepcionados. El presidente Giammattei apareció en las pantallas débil y sin contundencia. Indica que manifestar pacíficamente está bien, pero que no toleran los bloqueos de carreteras porque afectan el derecho de locomoción de todos. De ahí afirmó que le entrega la presidencia al ganador de las elecciones, mencionó la intervención extranjera en los bloqueos, la negativa del nuevo gobierno a sentarse a negociar la crisis y regresar a la transición. No mencionó ni por referencia al MP y no aportó ninguna solución a la paralización actual del país. ¿No será que el presidente ya leyó el informe del MP contra el TSE, por ello dice lo que dice?

' Lejos están los días de un congreso ágil, activo y responsable, como cuando ocurrió el Serranazo.

Carlos R. Paredes

El mensaje presidencial fue seguido por una entrevista al presidente electo Arévalo, que también pareció nada contundente cuando en sus manos está la solución inmediata a la crisis. Lo más importante de su mensaje fue la afirmación de que no se levantan los bloqueos hasta que no se negocie una solución. Lamentablemente, ninguno de los dos presidentes ofrece una solución pacífica a la crisis actual.

Al aceptar el presidente Giammattei entregar la presidencia al presidente electo, Arévalo, se cumple con el primer punto de las exigencias de los 48 Cantones de Totonicapán. Queda por resolver lo referente a las renuncias de la fiscal general, Consuelo Porras, del fiscal Curruchiche y del juez Orellana. Este punto es mucho más difícil, ya que el MP es un ente independiente por mandato constitucional y no depende del presidente.

El problema real es que todos estamos polarizados. Cada día las posiciones se alejan más y se dificulta el diálogo. Es increíble que en pleno período de transición ambas partes ni se reúnan. Eso es una muestra de que Semilla no tiene la intención de seguir con cualquier programa útil vigente y presagia que el nuevo gobierno podría buscar empezar con una mesa limpia. Si lo anterior se suma a los bloqueos y representa una visión de los próximos cuatro años, ¡que Dios nos proteja!

Para resolver la crisis actual necesitamos un árbitro que sea intermediario entre las partes. Lamentablemente, las declaraciones del presidente respecto de la intervención extranjera no favorecen en nada el apoyo de la OEA. Sin embargo, Guatemala cuenta con otros grandes protagonistas de la política nacional que aún no se han pronunciado y mucho menos intervenido: La PDH, los partidos políticos y el Congreso de la República, que son los grandes ausentes y mantienen un silencio total sobre la situación.

La PDH no cuenta para nada. Los partidos políticos no se pronuncian porque bailan al ritmo de la música que les tocan y analizan la situación para alinearse con quienes creen serán los ganadores. La ausencia que llora sangre es la del Congreso de la República. No hay ninguna excusa válida para que los representantes del pueblo, los padres de la patria y legisladores del país se mantengan al margen de la crisis.

El poder gubernamental actual está en el Legislativo, pero nuestro congreso prefiere mantenerse de espectador, sin intervenir, mientras los dos gallos se pelean en el palenque y el pueblo sufre las consecuencias de los bloqueos. Ustedes, diputados, elegidos en representación del pueblo, son los primeros que deben saltar a la defensa de este. Su silencio y su falta de agallas son un insulto a la ciudadanía. Lejos están los días de un congreso ágil, activo y responsable, como cuando ocurrió el Serranazo. Nosotros los elegimos y confiamos en ustedes; ahora nos están decepcionando.

ESCRITO POR:

Carlos R. Paredes

Consultor en desarrollo institucional y empresarial. Máster en Economía Aplicada y Administración de Negocios. Ingeniero Mecánico Industrial. Exdirector ejecutivo del Campus Sur UVG. Exdecano de la Facultad de Ingeniería UVG. Catedrático universitario.