Corre va… y sigue. En Guatemala, la migración interna se inició con las poblaciones campesinas en búsqueda de encontrar empleo. Durante mucho tiempo han emigrado hacia las fincas o las ciudades. Hoy, buscan dirigirse hacia los Estados Unidos, al igual que los hermanos hondureños, como producto de los huracanes y la pandemia del covid-19, en que los sistemas económicos y la crisis ambiental y física han paralizado la economía, restando las fuentes de trabajo en el campo y en las ciudades. Por lo que los estados norteamericanos en la frontera con México siguen siendo centros de atracción de casi todas las actividades productivas.

La República de Guatemala se divide en ocho regiones. Cada una se diferencia no solo por su posición territorial, sino por la cultura, clima y riqueza natural que cada una posee. La ciudad de Guatemala se ha convertido en el polo principal de gestión de intercambio y consumo de casi todas las actividades productivas del país, formando una metrópoli que reúne a varios representantes de los distintos sectores de la población, en donde se presenta la población en general, tanto social como económica.

El área metropolitana es un centro de atracción de las actividades productivas para la población desempleada, campesinos, sectores populares y grupos étnicos. La falta de opciones de trabajo en el campo ha creado un movimiento migratorio hacia esta zona en búsqueda de mejores condiciones. Algunos lo logran en pequeños comercios en mercados, como La Terminal de Guatemala o los grupos étnicos en las ruinas de San Francisco, en la Antigua.

En síntesis, esto indica la falta de una estrategia nacional que promueva de forma efectiva la creación de polos de desarrollo a nivel nacional, donde se establezcan jerarquías de centros poblados con base en el potencial geoeconómico. La falta de una organización del espacio territorial en el norte del país, una zona olvidada, deteriorada por los problemas de los huracanes, inundaciones y ataques a la salud con el covid-19, en medio de un subdesarrollo social y territorial, forzando una emigración.

Estimaciones territoriales ubican alrededor de un millón y medio de guatemaltecos en Estados Unidos, por lo que se calcula que uno de cada 10 guatemaltecos vive fuera de su patria, una cifra mucho mayor al promedio global de migrantes, que oscila en 3% de la población. Actualmente, casi cuatro millones de guatemaltecos tienen familiares en dicha república.

La Comisión del Migrante señala que una proporción de 97.4% de guatemaltecos migrantes, documentados o no, se van hacia los Estados Unidos de América. El promedio mensual estimado de remesas recibidas por hogar es de US$379 y constituyen aproximadamente el 60% del total de los ingresos mensuales de los mismos. Las remesas suponen 10 por ciento del PIB de Guatemala.

Para paliar la migración, el Ministerio de Relaciones Exteriores realiza una alternativa con el Plan de Trabajadores Temporales con Canadá, enviando 530 trabajadores, el cual piensa ampliar a otros países.

Pero antes se requiere realizar una revisión del Plan de Desarrollo Metropolitano 2010, respecto de la situación actual. Esto llevaría a realizar cinco planes al respecto: 1. Control del crecimiento y ordenamiento del uso del suelo. 2. Medioambiente. 3. Infraestructuras: sistema vial, transporte y servicios públicos. 4. Potencialidad de la base jurídica en la aplicación de leyes y reglamentos. 5. Vinculación con la base económica social en el sistema.