META HUMANOS

Los jóvenes podemos decidir las elecciones

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Guatemala está atravesando por un momento histórico, en donde siete de cada 10 guatemaltecos somos jóvenes —o personas menores de 30 años—. El llamado “bono demográfico” nos ofrece la oportunidad de cocrear el futuro que Guatemala merece, y las elecciones son un vehículo para visualizar nuestro poder de incidencia en el presente.

' Los jóvenes debemos mantener vivo el sentido de comunidad y fe en el país.

Alejandra Teleguario

De acuerdo con las estadísticas del Tribunal Supremo Electoral, hasta el 31 de marzo de este año, en el padrón electoral hay dos millones 661 mil ocho jóvenes, hombres y mujeres, entre 18 y 30 años, con capacidad de votar y ser escuchados.

Este es un dato que nos invita a reflexionar que las juventudes tenemos un papel importante en las elecciones generales, a realizarse en menos de dos semanas. Muchos de estos jóvenes, emitirán su voto por primera vez, lo cual implica la responsabilidad de informarse, para poder hacer un ejercicio cívico consciente.

Vencer la apatía y el abstencionismo político es uno de los principales retos que debemos superar, ante un sistema que ha dejado a las juventudes atrás. Los jóvenes debemos reconocernos como parte activa del tejido social, en donde deben ocurrir las principales transformaciones a las desigualdades que día a día se agudizan en nuestro país. Debemos manifestar nuestras necesidades, retos, luchas y sueños. Hacernos visibles y nombrar todo aquello que debe ocurrir en nuestro contexto para lograr una calidad de vida óptima. Hoy más que nunca el llamado a involucrarnos en este proceso electoral es contundente.

Nuestro voto consciente e informado puede hacer la diferencia e inclinar la balanza hacia el rumbo que el país debe tomar. Tenemos muy claro que acercándonos a las urnas estamos haciendo contar nuestra voz y fortaleciendo la democracia. Por ello, es importante que toda persona joven previo al 25 de junio conozca cuál es su centro de votación, cuáles son los puestos que se están eligiendo a través de las diferentes papeletas, quiénes son las y los candidatos y sus propuestas y, por supuesto, cuáles son sus derechos civiles y políticos que deben ser respetados en todo momento.

Sabemos, también, que nuestra responsabilidad ciudadana no se limita al voto. Las juventudes podemos involucrarnos activamente de distintas maneras, en actividades formativas organizadas por la sociedad civil para fortalecer nuestro compromiso ciudadano, en el Voluntariado Cívico Electoral que permite orientar a otros votantes, en misiones de observación electoral que contribuyen a analizar los diferentes sucesos dados el día de las elecciones, en las juntas receptoras de votos encargadas de la recepción y escrutinio de los votos, en los espacios de fiscales electorales de agrupaciones políticas para validar los votos emitidos e incluso en las redes sociales para difundir información relevante y confiable en torno a este proceso.

En un mediano y largo plazo, muchas juventudes tenemos el interés de convertirnos en candidatos a los puestos de elección popular, sabiendo que se necesita de distintas capacidades para administrar y mejorar el país. El asumir este compromiso conlleva construir el camino idóneo para futuros procesos, y es lo que debemos hacer hoy con nuestra intervención en cada uno de los espacios que se han abierto para las y los jóvenes.

Aunque hoy el panorama electoral pueda parecernos abrumador, los jóvenes debemos mantener vivo el sentido de comunidad y fe en el país. Desde cualquier lugar, todos y todas podemos reconocernos como la fuerza capaz de transformar nuestro futuro, desde las decisiones y las acciones que tomemos hoy, en el presente y en estas elecciones. Así que estés en donde estés: acciona, participa, decide.

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