Hay coyunturas que duran mucho. Como la que sucedió en la Universidad de San Carlos del 2000 al 2017, cuando la Asociación de Estudiantes Universitarios “Oliverio Castañeda” (AEU) fue cooptada por grupos criminales. Desde 1920, la AEU había jugado un papel central en la construcción de la historia de Guatemala pero, entre el 2000 y el 2012, los requerimientos establecidos en sus estatutos dejaron de practicarse y sus elecciones dejaron de ser democráticas. Del 2012 al 2017, una Comisión Transitoria y Reguladora ilegal usurpó la representación de la AEU.

Durante ese tiempo “la Comisión Transitoria y Reguladora funcionó bajo el aval de las autoridades de turno, de rectorados y decanaturas, lo cual contribuyó a acallar la voz crítica y autónoma de la AEU durante largo tiempo”, señaló en su momento Lenina García, Secretaria General AEU 2017-2019. Hubo expresiones de violencia hacia estudiantes y la AEU se usó para fines económicos particulares; en sus instalaciones también se realizaron negocios que nunca fueron fiscalizados por la Usac o el estudiantado, y se lucró con la Huelga de Dolores.

Pero en los últimos siete años, varios momentos marcaron un cambio en la correlación de fuerzas y un reposicionamiento del movimiento estudiantil. En el 2015, en el contexto de nuestra llamada segunda primavera democrática, estudiantes sancarlistas junto a estudiantes de universidades privadas, salieron a las calles a protestar contra la corrupción y a favor de una reforma profunda del Estado y sus instituciones. En el 2016, según Lenina, “las asociaciones estudiantiles toman consciencia de la importancia que la lucha contra la impunidad y la recuperación de sus instituciones también debe librarse en su máxima casa de estudios y deciden organizarse para desconocer a la Comisión Transitoria y Reguladora, un 20 de septiembre de 2016. A partir de esa fecha se crea un Consejo Consultivo y un Consejo Electoral, que propicia las Elecciones para AEU, las cuales se realizan en agosto de 2017. Participan 4 planillas y la planilla #2 Frente Estudiantil resulta ganadora con una amplia mayoría de cuerpos electorales ganados.” Uno de los elementos trascendentales, es que la planilla ganadora propuso a una estudiante mujer en el cargo de Secretaria General. Al asumir, Lenina se convirtió en la primera mujer en presidir la AEU en los últimos 98 años.

A partir del 2017, mucho cambió. La planilla ganadora no se eternizó en el poder al concluir su periodo, sino que abrieron el espacio a nuevas elecciones; la AEU volvió a estar al servicio de las y los estudiantes y hoy es un espacio permanente de inclusión, organización, arte y cultura; también hubo una propuesta, que contó con un Acuerdo de Rectoría, para recuperar la Casa de Oliverio y la creación de un Museo sobre el Movimiento Estudiantil. Además, se logró la articulación y promoción de la participación estudiantil, de manera descentralizada. En 2018, la AEU frena la aprobación de un Reglamento disciplinario que afectaba la organización del movimiento estudiantil y articula la convocatoria para una Asamblea General, la primera del nuevo siglo, a la cual asistieron 5 mil estudiantes. Aquí entró en juego el papel activo del Consejo Consultivo Estudiantil Universitario en espacios universitarios y de país. La coordinación a nivel nacional de las y los estudiantes para el #20S (2018), fue clave para enfrentar la agenda de impunidad del gobierno, así como para la recuperación de la representación estudiantil en distintos espacios.

En mayo del 2022 se comete fraude en las elecciones de rector de la Usac. Esto desató una crisis institucional y política sin precedentes, ya que la llegada de Mazariegos, rector de facto, representa la continuidad de la corrupción y la cooptación de la única universidad pública del país. Ante esto, el músculo ciudadano de la resistencia estudiantil se consolida y se mantiene firme hasta hoy. No se cansen, estudiantes, estamos con ustedes.