IMAGEN ES PERCEPCIÓN

Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde

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Navidad es una época mágica, llena de luces, calidez, acercamiento y alegría. El maravilloso significado que representa para los creyentes el nacimiento de Jesús trae consigo nuevas oportunidades para renovar nuestra vida y entender la importancia que tiene cada persona en el inmenso rompecabezas del universo. Un alma tiene para Dios un valor incalculable, porque al final todos estamos interconectados entre sí y tenemos en nuestras manos la oportunidad de construir o destruir la vida de otras personas que se cruzan en nuestro camino a lo largo de nuestra existencia.

' Esta noche celebro el nacimiento de la persona que marcó mi vida, de una forma definitiva, Jesucristo.

Brenda Sanchinelli

Un ejemplo de este maravilloso pensamiento sobre la influencia de nuestra propia vida en el destino de los demás se ejemplifica en una estupenda película titulada Qué bello es vivir, uno de los clásicos de esta época, la cinta estadounidense de Frank Capra —1946— esta joya del cine es la que más se ha transmitido en todo el mundo durante las fechas navideñas, protagonizada por el astro James Stewart.
La cinta relata que una sola persona puede cambiar la vida de muchas con el solo de hecho de estar vivo y accionar. La historia comienza en la víspera de Nochebuena, en un pequeño pueblo llamado Bedford Falls. Allí vive George Bailey —protagonista de la historia—, quien tenía una bellísima familia, aunque era pobre, sin saberlo era feliz porque tenía la riqueza de su esposa, hijos y muy buenos amigos. George, por una trampa de un viejo avaro y mafioso, será enviado a la cárcel esa noche, de no pagar una fuerte cantidad de dinero —que no tiene—. Desesperado por este gravísimo problema, ruega a Dios nunca haber nacido —quiere suicidarse porque, según él, vale más muerto que vivo—, y Dios concede su petición, creando otra realidad paralela donde él nunca nació. Es allí donde se desarrolla la interesante trama.

Dios envía a un ángel con la misión de ayudarlo a ver cómo hubiera sido el mundo si él no hubiese nacido, y cómo sin darse cuenta había tocado para bien la vida de muchas personas. Al punto de que todo el bello pueblo, sin haber estado él ya allí nunca, se había convertido en un lugar de casinos, bares y perdición.
Clarence, un aspirante a ángel, es quien le ayuda a ver esta realidad alterna y le hace comprender que no sabía lo que tenía hasta que lo perdió.

Esta película me hace pensar que el día de hoy habrá en el mundo millones de historias como la de George, personas que atraviesan diferentes tipos de problemas y que tienen el corazón roto por cualquier motivo —amarguras y depresiones— y que no valoran su propia existencia.

Por ello es muy importante meditar sobre la vida, no desperdiciar ningún instante. Aprendamos a valorar a cualquier persona que Dios pone en nuestro camino, brindándole apoyo y compañía a quien se acerque, toparse con otro ser humano en este mundo no es una casualidad, sino una causalidad. Es una oportunidad de amar, guiar, proteger y ayudar a quienes nos rodean.

Lo invito hoy, querido amigo, a disfrutar la vida intensamente. Luche por sus sueños, siendo fiel a los buenos principios y valores, y de esta manera poder iluminar el camino de otros, como seguramente alguien iluminó el suyo alguna vez. Haga la diferencia, marque la vida de alguien, usted puede ayudar a una persona a encontrar su potencial para seguir adelante y alcanzar sus sueños.
Quienes han marcado mi vida son diversas personas, unas buenas y otras no tanto, pero todas son parte de lo que soy hoy; quienes me han alentado o quizá decepcionado también me han enseñado lo bueno y lo malo de la vida, pero al centro de todos ellos hubo alguien que marcó mi existencia y la de todos los seres humanos: Jesucristo. Celebrémoslo en esta Navidad y cada día de nuestra vida.

ESCRITO POR:

Brenda Sanchinelli

MSc. en Relaciones Internacionales e Imagen Pública. Periodista, experta en Etiqueta. Dama de la Estrella de Italia. Foodie, apasionada por la buena mesa, compartiendo mis experiencias en las redes.