ALEPH

¿Nadie sabe para quién trabaja?

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El martes pasado, un grupo de veteranos militares tomó el Congreso de la República, encerró a más de un centenar de personas, incendió varios vehículos e hirió con machete u otras armas blancas, que ellos mismos dijeron portar, a cinco personas. Lo primero a decir es que no podremos llamar jamás a esto el reclamo de un movimiento autónomo que exige derechos, sino la manifestación evidente de un grupo entrenado para obedecer y reprimir, siempre instrumentalizado según las necesidades del poder.

Es un hecho más que busca entretenernos, atemorizarnos o distraernos, como tantos otros comodines que sirven a los distintos grupos de poder de esta narcocleptomilitocracia en momentos de crisis. Sin embargo, aporta importantes elementos para el análisis. En primer lugar, lo usaré como un pretexto para traer acá las declaraciones que pasaron casi inadvertidas ese día, ofrecidas a Fernando del Rincón, de CNN, por el sargento segundo retirado Francisco Calvo (exactamente a partir del minuto 29 en https://youtu.be/Oh2dfIxct6k).

“Nosotros, los señores veteranos del Ejército de Guatemala, primeramente somos respetuosos de la ley (…) estamos pidiendo una compensación económica que se nos merece (…). Queremos decirle que nos utilizaron primeramente para cuidar los bienes del Cacif, para cuidar las fincas de los millonarios de mi bella Guatemala. Aquí la Cámara de Industria y el Cacif se pronuncian siempre en contra de nosotros y no reconocen que estos soldados que ahora tienen 80, 90, 70 años fueron los que cuidaron sus empresas, cuidaron sus fincas, y [otros] fueron acribillados a balazos, muertos por el enemigo (…). Sí, nosotros aceptamos el error que cometimos hoy, pero nosotros la semana pasada estuvimos paralizando el país (…) y no llegaron al Congreso los representantes de esas comisiones, se burlaron de nosotros, como así se ha burlado el señor presidente de la República, porque el señor presidente de la República también tiene parte en eso que se vivió hoy…”.

' ¿Por qué los librelocomocionistas de siempre no se pronunciaron? ¿Por qué una reacción tan lenta y “proper” de Gobernación?

Carolina Escobar Sarti

Interesante declaración de Calvo, que ilustra cómo hasta los cancerberos que cuidaron las puertas de fincas y empresas reconocen y nombran la instrumentalización de un Ejército que ha sido mantenido con el dinero ciudadano para velar por los intereses de un solo sector. Ese mecanismo invisible que ha definido en tanto la configuración de lo que fuimos y somos como sociedad es cada día más evidente. La declaración de Calvo también nos lleva a preguntarnos ¿quién está moviendo hoy los hilos de este grupo que protagonizó tres días de paro y un hecho de terror en el Congreso? ¿Por qué los librelocomocionistas de siempre no se pronunciaron? ¿Por qué una reacción tan lenta y “proper” del Ministerio de Gobernación?

Traigo acá un tuit ineludible de @_aguiarlaura: “Cuando somos un grupo de 20 estudiantes manifestando nos envían 200 policías y antimotines. “Por seguridad” dicen ellos. Hoy 400 ex militares llegan a irrumpir en el congreso y después de 45 minutos no llega ni un alma, qué casualidad…”.

¿Por qué Calvo aludió a Giammattei? Recordemos que la iniciativa 5694 (Ley de Compensación Económica por la Prestación de Servicio Militar) fue una propuesta de la bancada Todos y un ofrecimiento de campaña de Giammattei a los veteranos. En aquel momento les prometió que si el Congreso no aprobaba la ley, él vería que se cumpliera el pago de Q120 mil a cada uno. Hoy no tenemos ni soberanía ni país. La primera porque nunca la hemos tenido, a excepción, quizás, de los gobiernos de la era democrática. Y el segundo, porque no podemos llamar país a este territorio empobrecido y secuestrado por políticos, narcos, militares y empresarios miopes.

ESCRITO POR:

Carolina Escobar Sarti

Doctora en Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad de Salamanca. Escritora, profesora universitaria, activista de DDHH por la niñez, adolescencia y juventud, especialmente por las niñas.