URBANISMO Y SOCIEDAD

Otra tragedia territorial en Guatemala

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Este trabajo representa una síntesis de los registros del estudio comparativo de estado de la vivienda en Guatemala. Ya teníamos suficiente con el covid-19 cuando hizo su aparición el huracán Eta, que se convirtió en una tormenta tropical que ha creado todo tipo de desastres humanos en poblaciones rurales, acabando con las cosechas que ya estaban listas.

Aumentó los caudales de los ríos, que se salieron de sus cauces, arrasando todo lo que encontraron. El célebre río Motagua, que nace en el departamento de Quiché y desemboca en Izabal, ocupa un área de 12,670 kilómetros cuadrados en su paso por Guatemala y una longitud de 486.55 kilómetros, barrió con todo lo que encontró.

Doce hidroeléctricas salieron de servicio. Con 81,000 personas afectadas y la mitad de una aldea sepultada, con un saldo de al menos cien muertos y decenas de desaparecidos (Milenio.com). La falla de Chixoy-Polochic afectó a los subsistemas hidrográficos ubicados en la cuenca media y baja del río Cuilco —Santa Bárbara, San Gaspar Ixchil, Colotenango y Cuilco (Cuenca del Río Cuilco—). El desborde del río Chixoy tiró puentes y 150 viviendas.

' Por el poder de la fuerza de la gravedad en la Tierra, la montaña tiende a caerse.

Alfonso Yurrita Cuesta

El presidente Giammattei reportó unos 150 muertos y 75 mil afectados. Los departamentos donde se decretó el estado de Calamidad por 30 días son 10, con 81,000 personas afectadas (PL).

Segeplán lanzó una política de Asentamientos Humanos; Hábitat, con el plan nacional de desarrollo K’atum: 2032, por medio de “la planificación del desarrollo en un proceso de interacción entre el Estado y la sociedad, que tiene como objetivo las políticas públicas y su implementación en el territorio con las prioridades del país, para administrar los recursos públicos en la perspectiva de alcanzar el desarrollo sostenible”, que habrá que tomar en cuenta.

El Censo revela importantes aspectos que nos hacen ser más vulnerables a los desastres naturales, con la ubicación y los materiales de construcción de las “viviendas”. Pero, además, hay que seguir protegiéndonos del covid-19, que suma contagios cada día y sigue destruyendo sociedades. Aunque pareciera haberse conseguido por la firma Pfiser una vacuna.

El estado correcto de la vivienda en Centroamérica, según Hábitat para la Humanidad y el Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible (Clacds), señaló la mayoría de problemas, la ubicación y la calidad de las viviendas, que alcanza un 29 por ciento. La cantidad de casas en el área rural que requieren aumentar su calidad son un millón 95 mil unidades que necesitan rehabilitarse y tener una buena ubicación territorial en sitios sin riesgos.

El país tiene un déficit cualitativo habitacional del 61 por ciento; es decir, 1 millón 542 mil 639 hogares, por la calidad de materiales (piso, techo, paredes), acceso a agua potable, servicio sanitario, calidad de suelo, de la propiedad y los asentamientos y su ubicación territorial como los derechos de propiedad. Estas representan el 52 por ciento del déficit total de la región. En síntesis, Guatemala tiene un déficit habitacional total del 90 por ciento, el segundo más alto de Centroamérica.

Todo esto indica que estamos expuestos al peligro por nuestro grado de vulnerabilidad como sociedad, en donde se debe empezar por proteger y garantizar la vida de los guatemaltecos en general e identificar los problemas de la pobreza y de los ocupantes ilegales de la tierra, y declarar estado de Calamidad en 10 departamentos

ESCRITO POR:

Alfonso Yurrita Cuesta

Arquitecto con estudios de urbanismo en Land Reform Training Institute, Taiwán / Lincoln Institute of Land Policy, Inc., EE. UU. Director de la Unidad Planificación Urbana Municipalidad de Guatemala. Desarrolló el Plan Regulador de Antigua Guatemala.