Según el Tribunal Supremo Electoral, la convocatoria a elecciones generales se realizará el 20 de enero del 2023. Al estar a casi seis meses de dicho momento, una vez más empezamos a escuchar propuestas de candidatos y partidos políticos, así como promesas de cambio y de mejora. Esta historia se repite cada cuatro años, y en el sentir de la población guatemalteca se detecta apatía, descontento y, lo peor, resignación. Es común escuchar frases como: “Es más de lo mismo” o “así funciona el sistema, las cosas no van a cambiar, ya está enraizado”. ¡Debemos cambiar urgentemente esa actitud de desconsuelo y derrota! Por el contrario, ahora es cuándo podemos hacer cambios positivos por Guatemala.

Para tomar el sendero correcto, debemos tener claro el destino. Como país, hay elementos fundamentales que deben abordarse, y solamente poniéndonos de acuerdo podremos hacerles frente a esos retos. Como sociedad, debemos poner sobre la mesa los temas que realmente importan como:

1. Educación: Necesitamos elevar el nivel de nuestro talento humano. Nuestra fuerza laboral debe contar con las competencias para atender las demandas globales. Asimismo, la educación primaria debe ser libre del adoctrinamiento de ideologías basadas en el resentimiento y odio. Enfoquemos a la niñez con una visión clara de un futuro próspero.

2. Infraestructura: Debe haber inversión en infraestructura vial, de puertos y aeropuertos. Mejoraremos nuestras rutas logísticas y atraeremos inversión en la medida en que nuestra infraestructura mejore.

3. Salud: La pandemia nos reveló que atender los temas de fondo es absolutamente necesario. Se debe tener un plan para garantizar el acceso al agua y saneamiento, la asignación de personal a centros de salud en el interior, contar con una adecuada planificación para el abastecimiento de hospitales, entre otros.

4. Seguridad y combate al crimen organizado: Es imperativo que nuestros líderes hagan respetar la ley. Hay que combatir con fuerza y sin temor al crimen organizado, tomando en cuenta únicamente el bien de la población, en defensa del estado de Derecho y sin miedo a que organizaciones internacionales incurran en recursos legales en contra de ellos.

5. Agenda económica: De forma paralela, se debe continuar promoviendo una agenda económica que impulse la mejora del clima de negocios y la atracción de inversión. Hemos avanzado y debemos seguir esa ruta.

Escrito en papel se ve fácil, y seguramente lo estaremos escuchando en las propuestas de los partidos políticos por el próximo año. Sin embargo, la única manera de pasar del discurso a la acción es si los guatemaltecos exigimos resultados y estamos dispuestos a contribuir a los mismos. El sistema del que nos quejamos no es más que un conjunto de personas, como usted, como su vecino, como su colega del trabajo, como yo. El sistema lo hacemos todos, y en la medida que nos transformemos de forma individual y empecemos a realizar una auditoría ciudadana, apoyando a quien hace las cosas bien y dejando a un lado a quien hace las cosas mal, lograremos tener verdaderos cambios en el país y sabremos dar nuestro voto a los liderazgos transformadores.

Estamos casi a un año de las elecciones, y ya existen las bases sobre las cuales podemos seguir construyendo. El nuevo gobierno debe continuar con los programas que están teniendo resultados e implementar aquellos que les hagan frente a otras necesidades que tenemos como nación. Como ciudadanos, estamos a tiempo de cambiar nuestra actitud de desánimo por una centrada en la acción y el ejemplo. Debemos ser mejores ciudadanos. ¿Cómo? Informándonos, denunciando, participando y generando con nuestro prójimo el consenso que necesitamos para mover los grandes temas país.