SIN FRONTERAS

Por qué estimamos en 4 millones los guatemaltecos en EE. UU.

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¿Cuántos guatemaltecos viven en en EE. UU.? Es una pregunta que se hace con regularidad. Rápidamente puedo compartir que, a pesar de que la clandestinidad en que vive gran parte de esa población hace imposible conocer la cifra exacta, el Estado ya reconoce que esta alcanzó los 2.92 millones. Ahora, la hipótesis de este artículo es que podemos estimar que la cantidad real ya ronda los cuatro millones, pues hay cuatro grandes grupos de población que no son tomadas en cuenta en la cifra oficial publicada en el sitio web del Ministerio de Relaciones Exteriores, el cual únicamente toma en cuenta a quienes han obtenido servicios consulares exitosamente hasta julio del 2019. Prácticamente son tres millones los que admite la cifra oficial; pero podemos decir que otro millón está integrado por los siguientes grupos de población:

Subregistro por deficiencias registrales y consulares. Históricamente, Guatemala ha tenido un pobre rendimiento en registro civil —ahora a cargo del Renap, pero antes de las municipalidades—, y también una arcaica red consular, que deja a una enorme cantidad de migrantes deambulando sin documentos de identidad nacional. La cultura de falta de interés en tramitarlos, sin duda, tampoco ayuda. Asimismo, el servicio consular se ha ido optimizando a menor velocidad que aquella en la que la población migrante ha crecido. Hoy, hay 17 consulados orientados a brindar documentación, pero nuestra población en particular está dispersa en el enorme territorio estadounidense. No todos quienes debieran tener documentos, los tienen. Por recorridos personales en campo, estimo que no menos de un cuarto de millón tienen problemas documentales ingresar al registro oficial.

Migrantes de reciente llegada son el segundo grupo excluido del dato oficial. Al llegar un migrante, ir a tramitar el pasaporte no es precisamente su prioridad número uno. Se sabe que es necesario ir, pero llegar al consulado, o esperar que visite uno móvil, toma meses, a veces años. Ahora, pensemos en cuántos paisanos han llegado en los últimos dos años. El exsecretario McAleenan denunció que solo en los primeros siete meses del año pasado, el 1% de la población nacional había emigrado hacia EE. UU. Eso significaría 160 mil en siete meses, según información estadounidense. De ellos, una cantidad importante logró entrar. Por eso lo siguen intentando. Ahora, si los datos de la ruta migratoria no fueran fuertes, estos se complementarían con los de las remesas, que en los últimos dos años aumentaron un 28%. Hace dos años, el Gobierno había dado documentos a 2.5 millones. El subregistro es evidente, y hace suponer al menos 300 mil más siguen ocultos.

' Se proyectaría que cerca de un cuarto de la población nacional vive en Estados Unidos.

Pedro Pablo Solares

El tercer grupo, los niños nacidos en EE. UU. de padres guatemaltecos, aún sin nacionalidad guatemalteca. Este grupo es de gran relevancia, y lo usual es que, a pesar de que el Estado provee el servicio de doble nacionalidad, la inmensa mayoría de niños no están inscritos. Una vez ingresé a una iglesia en las Carolinas. De más de cien niños, solo 15 estaban registrados. Esto, según mi experiencia, es lo común. El último y cuarto grupo son los que ya obtuvieron ciudadanía estadounidense, y no necesitan más pasaporte guatemalteco. Se estima esta población en unos 500 mil.

Según el Instituto Nacional de Estadística, el año pasado fueron censados 16.3 millones de habitantes en el país. La evidencia indica que, a la base de tres millones admitida por el Gobierno, hay que sumar al menos un millón más. Eso proyectaría que cerca de un cuarto de la población vive allá. Los alarmantes números de deportaciones no alteran la proyección, pues la mayoría de quienes retornan eran nuevos peregrinos capturados en el trayecto o cuando recién ingresaban a la frontera. La responsabilidad del vicepresidente Castillo de impulsar la Autoridad Migratoria y elaborar políticas públicas es inminente.

ESCRITO POR:

Pedro Pablo Solares

Especialista en migración de guatemaltecos en Estados Unidos. Creador de redes de contacto con comunidades migrantes, asesor para proyectos de aplicación pública y privada. Abogado de formación.

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