PLUMA INVITADA
Pymes: motor del desarrollo sostenible de la región
Según Cenpromype, la realidad del entramado empresarial de la región centroamericana es muy interesante desde el punto de vista del aporte que hace el sector Mipyme a la economía. A nivel de tamaño de mercado encontramos que el 99% de las empresas son Mipymes. Las microempresas, que son organizaciones de 1-3 colaboradores, representan el 83% de este grupo, mientras que las Pymes representan al 16% restante. Ante esto se entiende que el valor económico del sector es muy alto, ya que aportan más del 80% de los empleos y arriba del 40% del PIB de la región.
' Una empresa formal es menos propensa a faltas relacionadas a la contratación y pagos a sus colaboradores.
Pablo Cordón
Hace unos días tuve el agrado de compartir un espacio que arrojó datos muy interesantes sobre necesidades puntuales del sector desde el punto de vista de los retos que se tienen para elevar su competitividad, reducir la corrupción y prevenir los riesgos asociados a este problema.
Resulta que, desde la Red del Pacto Global Guatemala, se trabaja sobre varias de estas soluciones, por ello me gustaría ampliar algunos de estos temas.
En primer lugar, es clave generar mayores capacidades a los empresarios. La Red, desde esta perspectiva, está trabajando varios programas orientados a fortalecer a la Pyme como parte fundamental de la cadena de suministros de corporativos locales e internacionales en la región. Por ello, reforzar temas de cumplimiento voluntario ha sido de gran interés para colocarlos en una posición privilegiada respecto de sus competidores.
La Red se ha enfocado en apoyar a sus miembros, así como a empresas invitadas que han querido sumarse, con formación en temas diversos para fortalecer sus capacidades. Por ejemplo, sostenibilidad ambiental, buenas prácticas éticas y la generación de políticas que promuevan la participación equitativa de la mujer en el sector empresarial y laboral. Adicionalmente se ha trabajado en la asistencia técnica necesaria para alcanzar estos objetivos.
Por otro lado, La Red ha orientado también sus esfuerzos a fortalecer el Principio 10 del Pacto Global, el cual responde a la lucha frontal contra la corrupción. Este esfuerzo tiene por objeto hacer de las Pymes una parte fundamental de la solución contra este flagelo que duele y perjudica tanto al entramado social y empresarial de la región.
En la medida que las Pymes formalicen sus operaciones y mejoren sus capacidades empresariales y productivas, en esa misma medida se obtendrán resultados claros y visibles en torno a la reducción de la corrupción en muchas de sus formas. Por ejemplo, una empresa formal es menos propensa a faltas relacionadas a la contratación y pagos a sus colaboradores. La formalidad propicia que las organizaciones sean más conscientes de la responsabilidad social que tienen ante sus empleados, su responsabilidad como patronos ante el seguro social y ante otras instancias relacionadas al cumplimiento laboral, entre otros aspectos.
Por el otro lado, las Pymes que tienen mejores estándares de cumplimiento y ética también serán más responsables en el pago de sus obligaciones tributarias, lo cual genera mayor recaudación y bienestar para la población más necesitada, ya que habrá más recursos para el fisco. Finalmente, una empresa que cumple con todo esto es menos propensa a cometer actos de corrupción, ya que estará más ordenada y las buenas prácticas reducen los riesgos regulatorios que podrían exponerlas a solicitudes de pagos indebidos orientados a evitar multas y trámites adicionales.
En conclusión, el trabajo que tenemos desde el sector privado puede hacer la diferencia para que la región sea una coordenada ética para hacer negocios con el mundo. ¡Acompáñanos!