Escenario de Vida
Raquelita, descanse en paz nuestra maestra y amiga
Fue una líder y participó en la historia del país dejando a su paso, sabiduría y ejemplo en la vida de muchos hombres y mujeres.
Entre caminos de tierra y rumbo a la Concesión Forestal de Petén llamada La Colorada, a donde me dirigí a filmar en días pasados, me encontré reflexionando sobre una gran mujer que se nos fue hace poco. Se trata de una una dama que destacó por su interés político y se involucró de forma auténtica en la transformación social del país. Se trata de Haydee Raquel Blandón Sandoval, nacida en Jalapa el 10 de mayo de 1943, licenciada en Ciencias Jurídicas, con maestría en Derecho Internacional por la Universidad de PRODEO, de Roma, Italia.
Ella llamaba “mi otro nieto” a la Reserva Protectora de Manantiales, Cerro San Gil.
De forma espontánea la conocí brevemente y en cada encuentro me dejó una profunda huella por su vivacidad y vibrante personalidad. Poseía inteligentes ojos, y de su auténtica sonrisa y dulce semblante emanaba la gran calidez humana que le caracterizaba. Su entrega hacia los demás era genuina. Sin duda alguna, fue una líder y participó en la historia del país dejando a su paso sabiduría y ejemplo en la vida de muchos hombres y mujeres.
Guatemala ha perdido una personalidad histórica en la construcción de la democracia, a una protagonista y ancestra en una genealogía en la que se destacó junto a otras grandes mujeres. Fue una de esas mujeres que inspiran por ser valientes, osadas, increíblemente inquietas en la arena política y sin tapujos de ninguna clase para decir siempre lo que piensa.
Desde muy joven participó en la política estudiantil universitaria y fue fundadora del Frente Estudiantil Social Cristiano (FSC), activista del Partido Democracia Cristiana Guatemalteca (DCG). Precandidata presidencial para las elecciones primarias del Partido Democracia Cristiana en el año 1989. Secretaria general adjunta del Partido Democracia Cristiana 1989-1991 y se desempeñó como secretaria general de la Organización Mujeres Demócratas de la América Latina.
Siendo la primera dama de Guatemala durante el período del 14 de enero de 1986 al 14 de enero de 1991, fungió de forma admirable al frente de la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente de la República de Guatemala (Sosep), donde su protagonismo a favor del desarrollo de las mujeres no tiene precedentes.
Raquel fue fundadora y presidenta honoraria de Fundación Guatemala, organización de sociedad civil sin fines de lucro que trabaja procesos de formación y empoderamiento de mujeres a nivel nacional, regional y global. En ese espacio se evidenció lo que llevaba en su corazón, pues logró fundar el “Diplomado de Especialización en Estudios de Género Feminista” con la Universidad Nacional Autónoma de México y fue impulsora de los derechos humanos de las mujeres.
No es fácil encontrar en el mundo mujeres con el dinamismo de Raquel, pues fue incluso una de las pocas mujeres de nuestro continente que participó de la Primera Conferencia Mundial de las Mujeres, realizada en México en 1975, y en las primeras conferencias nundiales de mujeres, realizadas en Copenhague, Dinamarca, en 1980.
Yo me pregunto qué otras razones hay para recordarla. Primero que nada, por ser una mujer con dignidad y valores tradicionales, al criar a los extraordinarios hijos que tiene, entre ellos Marco Vinicio, quien creó la organización Fundaeco, que se encarga de proteger el medioambiente y que lleva ese nombre gracias a Raquel. Quizás su hijo la convirtió en ambientalista, porque en los últimos tiempos ella llamaba “mi otro nieto” a la Reserva Protectora de Manantiales, Cerro San Gil, de la que estaba enamorada.
No habrá cómo llenar el vacío que deja. Sus herederas no podemos más que contar su historia, seguir sus pasos y continuar con el legado que nos deja, honrando así su memoria. Descanse en paz nuestra maestra y amiga.