CRITERIO URBANO
Riesgos globales para los próximos 10 años
A principios del mes pasado el Foro Económico Mundial (WEF, en inglés) publicó la decimoséptima edición del reporte sobre Riesgos Globales 2022. Un documento interesante para monitorear tanto a nivel global, como en cada país, cuáles son los riesgos a los cuales la humanidad podría estar enfrentándose en los próximos diez años.
Lo primero que llama la atención es que a nivel global el panorama muestra una preocupación importante sobre un contexto global turbulento, no solo porque la pandemia del covid-19 ha persistido, sino por los efectos en la economía. Si bien la ciencia y la logística detrás de la vacunación ha mostrado una vez más la eficiencia de los avances de la medicina y que la vacuna ayuda considerablemente a reducir las hospitalizaciones y los casos graves, el impacto de la pandemia en la salud y la economía en varios países, todavía se siente, especialmente en los sectores más vulnerables y actividades relacionadas con el turismo o que dependen de que las personas puedan reunirse en gran número.
La pandemia ha dejado un reto para varios países en la recuperación económica y riesgos de polarización como resultado de la falta de oportunidades en muchos países en desarrollo, lo cual podría agravarse si no existe una mayor cohesión social. Las tensiones geopolíticas, especialmente en Europa del Este entre Rusia y Ucrania, parecen crecer con expertos en seguridad prediciendo ya una invasión por parte de Rusia que podría generar un conflicto con más de 50 mil civiles muertos, aunque esto sigue siendo desmentido por oficiales del Kremlin.
' Reporte del WEF muestra dónde los gobiernos pueden actuar con mayor prioridad.
Juan Carlos Zapata
Es así como el reporte identifica diez riesgos globales para los próximos diez años y evalúa en orden de prioridad, siendo las amenazas del cambio climático la más importante, seguida de cambios de clima extremo el segundo y cambios a la biodiversidad el tercero. Llama la atención que luego, como resultado de la pandemia del covid-19, ha aumentado la erosión de la cohesión social, las crisis para lograr un sustento diario y las enfermedades infecciosas.
En el caso de Guatemala el reporte muestra los resultados de la encuesta para nuestro país mapeando cinco riesgos importantes: proliferación de la actividad económica ilícita, un colapso de la capacidad estatal, cambios de clima extremos, fallas en la infraestructura pública y erosión de la cohesión social.
Estos riesgos deben ser mitigados para que no se dañe el tejido social y que no se pierda lo poco que se ha avanzado en materia de recuperación económica. Cuando vemos el riesgo de la proliferación de la actividad económica ilícita es importante ver fenómenos como el contrabando, el tráfico de drogas, de personas, de armas, y otros crímenes como homicidios y extorsiones, que ocurren en nuestro país, en departamentos claramente identificados donde no existe capacidad estatal para contrarrestarlos. Aquí es donde se debe priorizar el presupuesto, fortaleciendo los sistemas de seguridad y justicia para dotar de mayores capacidades de inteligencia civil y mecanismos de respuesta rápida a las fuerzas de seguridad, así como modificaciones al esquema legal que ayude a las fuerzas de seguridad a actuar de manera coordinada.
En cuanto a un colapso de la capacidad estatal, cambios de clima extremos o fallas en la infraestructura pública, se deben mejorar los esquemas de inversión, especialmente en infraestructura productiva, para que la presencia del Estado pueda tener mayor alcance. Aunado a una mayor inversión social, que ayude a mitigar la pobreza y la falta de oportunidades que ha erosionado la cohesión social.