CABLE A TIERRA
Rumbo al orteguismo
Al PactoDeCorruptos le importa poco, por no decir nada, lo que piensa y quiere el pueblo de Guatemala. Ven con desprecio y desdén las amplias y generalizadas muestras de descontento de la población y siguen adelante, como que acá no pasara nada. Borrachos de poder, seguros de que su alianza es invencible e infinito su control sobre todos los poderes del Estado y sus recursos. Tanto así que se dan el lujo de escupir sobre la herida abierta de la destitución ilegal del fiscal de la Feci Juan Francisco Sandoval, nombrando ahora a uno de los fiscales más abierta y declaradamente servil al #PactoDeCorruptos, el fiscal Curruchiche. A la fiscal Valenzuela solo le dieron tiempo de dar una tímida muestra de ejercicio de criterio propio y, como este no respondió a la voluntariedad y arbitrariedad de Porras, pues para fuera. El mensaje al pueblo de Guatemala, y a la comunidad internacional es claro y muy fuerte: Centroamérica no será más el “jardín trasero”; pasará a ser el potrero de las mafias.
' El segundo escupitajo de Porras a la Feci.
Karin Slowing
Así, cada vez queda más claro que la reconfiguración del NarcoCleptoOligoEstado guatemalteco se va a parecer al orteguismo nicaragüense, manteniendo una estructura vertical y concentrada de control del Estado, con creciente anulación de las libertades y garantías democráticas, coartación de derechos políticos y derechos de libertad de pensamiento, a la información pública y veto a la libertad de prensa. Así como en Nicaragua, el sector privado organizado y las otras mafias meterán su discurso “de la libertad” bajo el tapete y convivirán a gusto con el régimen autoritario, cercenador de libertades.
Pagarán su derecho de piso con tal de seguir con su modelo depredador hacia adentro, y exportador de miseria e ilícitos, hacia afuera. En este escenario, y con el recambio electoral ya prearreglado, para evitar que siquiera pueda surgir una alternativa, pasaremos dentro de muy poco a consolidar un claro enclave regional de economías preeminentemente ilícitas en el otrora CA-4.
El poder organizado tiene 200 años de experiencia en saber convivir y untar la mano al dictador de turno. Tiene 200 años de ignorar al pueblo de Guatemala y someterlo a la indignación continua, al hambre perenne y a la pobreza más degradante. Tal vez por eso las voces de disenso dentro de las cámaras empresariales son tan pocas. Me pregunto si son voces personales éticas e independientes, o si de alguna manera reflejan la voz de su sector específico de pertenencia, que anticipa ya el aislamiento político y económico en que va a quedar el país. O tal vez no, dirá el PactoDeCorruptos, pues si Nicaragua ha sobrevivido década y media bajo la bota de los Ortega-Murillo, manteniendo a Europa como su principal mercado exportador, las mafias guatemaltecas, ampliamente dependientes de las remesas, los ilícitos y las exportaciones, confían en que su principal socio comercial refunfuñará, tuiteará y quitará algunas visas, pero no pasará a más, toda vez le ofrezcan a cambio el control de las fronteras y la “disuasión” a los migrantes. En el peor escenario, cuando mucho, caerán algunos, pero como la apuesta es a mantener el sistema intacto y protegidos a sus principales artífices, todo lo demás son daños colaterales. Todos los demás son sacrificables.
Es a este monstruo al que representa Consuelo Porras y sus viles acciones. Es a este monstruo al que la ciudadanía guatemalteca debe vencer con su organización, su articulación y con su voto en el 2023. Las manifestaciones y movilizaciones de la semana pasada muestran que el pueblo está harto ya de esta situación. Que hay un anhelo muy fuerte de cambiar de senda. El camino no es imposible, pero sí es cuesta arriba.