SI ME PERMITE

Si aprendemos del pasado hay menos sorpresas

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“Todos los hombres de la historia que han hecho algo en su futuro, tenían los ojos fijos en el pasado”. G.K. Chesterton

Para los que se conducen con prudencia en esta vida, siempre al pasado se le considera como una escuela, debemos valorarlo para mejorar lo que no hicimos bien o mucho mejor para evitar, a menos que tengamos la capacidad de saber qué parte fue correcta y qué no para no estar haciendo siempre lo mismo. Avanzar es dejar atrás lo que se ha hecho y tener un plan concreto para el futuro.

' Para que podamos progresar es requisito que valoremos siempre lo que el pasado nos ha enseñado.

Samuel Berberián

No podemos negar que el pasado puede de alguna manera darnos un empuje para caminar con mayor certeza hacia el mañana, porque no podemos ignorar que estamos caminando y avanzando en esta vida y es semejante a estar construyendo un edificio el cual está teniendo añadiduras sobre el fundamento que tenemos y esto nos obliga a conocer cuáles son las bases que tenemos y no simplemente ser idealistas a ciegas, sino el idealismo debe en algunos casos exigirnos hacer algunas enmiendas para que podamos avanzar.

Todos en algún momento u otro hemos tropezado en el camino de la vida, pero no es que allí nos quedemos. Por el contrario, cuanto antes nos levantamos y nos reorientamos podemos progresar y aprender en el como debemos conducirnos para que las experiencias desagradables no sean repetitivas y mucho menos paralizantes. Si bien hay una canción que dice: “tropecé con la misma piedra”, no debe ser una vivencia, porque en ningún momento debemos estar orgullosos de eso, pero si podemos aprender una lección que nos habrá de ser útil para el resto de la vida. No hay ninguna duda en eso.

Muchos aconsejan que debemos olvidar el pasado para poder avanzar. Personalmente creo que el olvidar nos puede hacer mucho más vulnerables. Debemos tener presente lo que hemos vivido en el pasado, no para estarlo compartiendo con los que nos rodean, más bien para referencia personal al planificar lo que pensamos hacer, porque seguramente nos ayudará a ser más precavidos y calculadores en lo que emprendamos en la vida diaria.

Es sorprendente cuando escuchamos consejos de algunos de los nuestros, cuando nos están orientando y en la estructura de lo que nos dicen tienen la costumbre de agregar las palabras “te lo digo por experiencia”. Esta frase tiene mucho peso porque ha llegado a marcar a la persona al punto que no solo no se olvida sino que seguramente hay otros detalles incluidos los cuales no necesita compartir pero uno puede fácilmente percibir.

Claro, hay que evitar que tener tan presente el pasado nos paralice para poder emprender algo nuevo que antes no habíamos hecho. Al recordar el pasado, podemos saber hacia donde encaminarnos a cosas que antes no habíamos hecho o no las habíamos considerado. Seguramente el oír consejo y saber evaluar las palabras sabias de los que con anterioridad han caminado la senda nos ayudará muchísimo.

Para tener un sano equilibrio en lo que emprendemos será bueno eliminar la autosuficiencia por un lado y por el otro lado si hay cosas que nunca hemos hecho podemos con el correcto cuidado y una sabia planificación proyectarnos a algo que tal vez nos dijeron que no era para nosotros. Que el próximo año sea un año que marque nuestra vida para que tengamos cambios que serán para nuestro bien y para los nuestros también.

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.