PLUMA INVITADA

Trucos de magia

|

Un truco de magia es un efecto que fingidamente hace parecer realidad lo imposible; son ilusiones que juegan con nuestra mente que hacen que creamos algo que no es real. A las personas nos gusta deslumbrarnos por la aparente realidad, aunque dure tan solo unos pocos segundos. Tendemos a ver al ilusionista o mago como un ser con poderes de naturaleza extraordinaria. Por unos instantes, creemos que el personaje es capaz de desafiar las reglas del mundo y lograr lo inviable. Luego, en un abrir y cerrar de ojos, la magia se desvanece, se apagan las luces del show, se baja el telón y el escenario queda en la misma oscuridad que antes de iniciar el espectáculo.

' Qué hará el nuevo gobierno cuando se tenga que enfrentar a los más de 600 sindicatos de empleados públicos en el país?

Eduardo Girón

Ha transcurrido ya casi una semana desde que tuvimos la jornada electoral de la segunda vuelta y genuinamente felicito a los guatemaltecos que salieron a las urnas a ejercer su derecho al voto. También felicito a los jóvenes que demuestran su interés por involucrarse en temas nacionales porque la indiferencia del ciudadano no es sana para una república y una democracia. Pero también quiero llamar a la reflexión para llevar nuestro análisis a un nivel más profundo y no dejarnos engañar por trucos de magia.

Guatemala es un país sumamente complejo, con retos difíciles de afrontar. Presentar soluciones que solo atacan la punta del iceberg y omiten la verdadera problemática de fondo es llevar a los guatemaltecos a creer en una ilusión óptica que durará un par de segundos. No me malentiendan, me agrada ver a los guatemaltecos con ilusión de cambio, de mejora y de tener un futuro más próspero, pero creo que los actores políticos deben tener responsabilidad de mostrarles a los ciudadanos los desafíos como son, y no ofrecer medidas paliativas al dolor, en lugar de atacar de fondo la enfermedad.

He escuchado declaraciones del recién presidente electo sobre la ampliación y fortalecimiento de la cobertura del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), por medio del pago de la deuda del Estado de más de Q60 mil millones. La intención es excelente y es lo correcto para hacer, considerando que solamente son las empresas privadas las que actualmente están pagando su cuota patronal y el Estado no paga lo que le corresponde de cuota patronal por sus trabajadores. Pero no puedo dejar de pensar que es muy iluso pretender que el pago de esa deuda se hará efectivo por la buena voluntad de un nuevo gobierno.

También me surgen las dudas: ¿Qué hará el nuevo gobierno cuando se tenga que enfrentar a los más de 600 sindicatos de empleados públicos en el país? ¿Se enfrentará a los dirigentes sindicales que mueven masas en carteras como las de Educación y Salud y que son los grandes artífices de la corrupción dentro de las instituciones del Estado? ¿Se opondrá a las licitaciones de obra pública que son perjudiciales para nuestra nación, pero que tienen un padrino en el Congreso de la República?

No se vale que, una vez asumido el poder, no se tenga la capacidad de gestión para hacer los cambios de fondo que necesita el país. No deseo ningún fracaso, pero solo les dejo a los lectores sobre la mesa lo siguiente: ¿Qué pasará cuando no se logren cumplir las promesas de campaña? ¿Asumirán su responsabilidad en la incapacidad de gestión o buscarán excusas? ¿Será que empezarán a buscar culpables?

Por el amor que le tengo a Guatemala, espero que la esperanza e ilusión que los guatemaltecos depositaron en las urnas sea honrada y que tengamos los cambios positivos que cada uno de nosotros anhelamos. El sector privado hará su parte para seguir contribuyendo al desarrollo del país, como siempre lo ha hecho, pero espero que la contraparte no le haya vendido a la población castillos en el aire.

ESCRITO POR:

ARCHIVADO EN: