PLUMA INVITADA

¡Un cambio bien pensado!

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La semana pasada, el MSPAS emitió el decreto 33-2022, que modifica el Semáforo del TAS. Luego de analizar y trabajar los números del nuevo semáforo, puedo decirles, con mucha certeza, que el equipo del Ministerio logró encontrar el equilibrio entre la salud y la economía. Lo hizo de una manera bien pensada y certera. Por supuesto, se escuchan críticas de “debieron incluir a los fallecidos y la ocupación hospitalaria” o de “es más difícil al municipio ser rojo”, y es cierto… hasta cierto punto. La verdad es que todos queremos lograr controlar el contagio, pero con el mínimo de interferencia en la actividad económica, y es precisamente lo que logra el acuerdo 33-2022.

' El efecto es realmente asombroso, porque el nivel de protección que ofrece es el mismo, con mayor flexibilidad.

Carlos R. Paredes

Desde el inicio de la vigencia del semáforo en julio del 2020, muchos se han quejado de su excesiva severidad, afectado principalmente a los sectores de educación y de turismo. Por supuesto, el semáforo nos ayudó a salir de tres olas de contagio. Sin embargo, nos queda la duda… ¿el semáforo original no estaría “sobre reaccionando” a la situación real del contagio? El problema con “sobre reaccionar” es que no se logra detectar ya que los resultados mejoran… ¿pero acaso no se hubiesen logrado los mismos resultados con menos restricciones? Es algo que nunca sabremos.

Regresando al 33-2022, lo mejor de todo es el CAMBIO DE VISIÓN que le dan al semáforo… en vez de ser un instrumento de castigo y restricción, ahora es un instrumento de fomento a la actividad económica.

El incluir el % acumulado de personas mayores de 12 años vacunadas con el esquema completo no solo fortalece la campaña de vacunación, sino también ayuda al control del contagio. La ventaja de la inclusión del indicador es reducir la importancia de los casos confirmados y los tamizados de 100% a 71.4%, y las municipalidades ahora cuentan con dos indicadores en los que pueden influir. El efecto es realmente asombroso, porque el nivel de protección que ofrece es el mismo, con mayor flexibilidad. En caso de emergencia, como ahora cerca del pico de la cuarta ola, el color rojo del nuevo semáforo reacciona casi igual que el anterior. Por supuesto, la vacuna sigue siendo voluntaria y nadie puede obligar a otra persona a vacunarse en contra de su voluntad.

Por el otro lado, de momento, la vacunación aglomera a la mayoría de los municipios en el color naranja, reduciendo grandemente el color amarillo del semáforo original. Afortunadamente, el cambio de visión del semáforo hace que el color naranja sea bueno, ya que la reducción de las restricciones casi hace que sea similar al color amarillo anterior. El futuro del semáforo ahora está en las acciones de la población. Si logramos pasar el pico y bajar los indicadores a niveles de color amarillo y verde, es muy probable que ya no sea necesario el semáforo y se puedan retirar todas las restricciones. Si no llegamos a tener una mayoría de municipios en color amarillo y verde, entonces sí se hace necesario incluir el indicador de personas fallecidas en 15 días por mil habitantes, reduciendo aún más la dependencia del semáforo a los casos confirmados y tamizados. Adicionalmente, la ocupación de hospitales no se puede incluir a nivel municipal, por lo que se tendría que quedar para cuando se cuente con un mecanismo de distribución de la ocupación por municipio. Este podría ser desde “el % de ocupación promedio nacional se aplica a todos” o explorar si se logra al menos llegar a un % por departamento.

¡Felicitaciones MSPAS, un excelente cambio muy bien pensado!

ESCRITO POR:

Carlos R. Paredes

Consultor en desarrollo institucional y empresarial. Máster en Economía Aplicada y Administración de Negocios. Ingeniero Mecánico Industrial. Exdirector ejecutivo del Campus Sur UVG. Exdecano de la Facultad de Ingeniería UVG. Catedrático universitario.