ALEPH

Un pacto de corrupción dentro de otro

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Al mejor estilo de una Matrioska que en su interior contiene una muñeca más pequeña, que a su vez contiene otra, que a su vez contiene otra, este pacto de corruptos sigue abriéndose cada día para mostrar otro en su interior, que a su vez contiene otro, que al abrirlo nos lleva a otro más. Los pactos de corrupción parecen no terminarse nunca en esta Guatemala verdaderamente asombrosa e imparable.

' Nos encanta cruzar las caras en las papeletas porque creemos que solo eso nos da la condición de ciudadanía.

Carolina Escobar Sarti

El último y más evidente fue el convenio de cooperación interinstitucional que se firmara hace pocos días entre el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y la Universidad de San Carlos (Usac). El señor Walter Mazariegos, quien llegó a la rectoría de la Usac de manera fraudulenta y permanece de la misma forma en ella, firmó un convenio con un TSE que ha demostrado, una y otra vez, que el fraude se viene gestando desde hace mucho. ¿Qué legitimidad puede tener ese nuevo pacto entre corruptos?

Cuando el señor Mazariegos aseguró, al momento de la firma de dicho acuerdo, que la Usac contribuiría a capacitar al equipo técnico que estará presente en las próximas elecciones generales y que, entre ambas instituciones, asegurarían que con ello se establecerían las bases para la conformación de un Observatorio Democrático Universitario, me quedaron la certeza y el coraje. Certeza porque es un fraude cantado; coraje porque nos hundimos cada vez más en los círculos del infierno dantesco y el cinismo de los corruptos es cada vez más atrevido. Como se dice popularmente, fue poner al perro a cuidar las salchichas.

Cuando el proceso de elección de rector para la Usac se estaba llevando a cabo, lo dijimos: ese sería el ensayo único del fraude planeado para las elecciones generales. El candidato del oficialismo “ganó”, en medio de la represión apoyada por grupos de encapuchados armados que tenían el control del Parque de la Industria, además de la serie de irregularidades que se dieron a lo largo de todo el proceso. Por eso, cuando ambas partes aseguraron en el reciente acto público que ese convenio era “en favor de la democracia”, nadie les creyó. Esa democracia a la medida de quien la manosea a su antojo no es democracia, es una cacocracia, donde mandan los delincuentes. Habría que recordar que, actualmente, hay 19 recursos legales que siguen su propio proceso para intentar revertir el fraude en la Usac. Por otra parte, la resistencia estudiantil continúa; no importa tanto perder unos meses de clases, porque lo que realmente buscan recuperar es la única universidad pública del país y sacar de ella la corrupción que la ha secuestrado, para darle paso a la academia, a la investigación y a la dignidad que merecen estudiantes y docentes.

Mientras, el TSE va poniendo en blanco y negro su estrategia: seguir las órdenes de inscribir y respaldar solo a los que el pacto de corruptos ha decidido y bloquear la inscripción de quienes posiblemente les darían dolores de cabeza muy fuertes en las urnas; nombrar observadores a dedo que volteen la mirada hacia otro lado mientras el fraude se consolida; aliarse con otras instancias corruptas del Estado porque, como no hay estado de Derecho, hay abuso de poder. Además, el TSE le ha impedido a la prensa estar presente en reuniones semanales que sostiene con los fiscales de los partidos políticos de la contienda electoral, con el beneplácito de 14 de estas corporaciones mercantiles partidarias, por supuesto. Así el “ejercicio democrático”.

Votar es un mecanismo de la democracia, pero es apenas una parte de la política. Nos encanta cruzar las caras en las papeletas porque creemos que solo eso nos da la condición de ciudadanía; además, si después nos va mal, siempre podremos echarle la culpa a una mala elección y no a nuestra propia ignorancia e incapacidad de ver la realidad de frente y estar a la altura del momento histórico que vivimos. Quisiéramos elegir gente decente para gobernar un país, no gente perfecta; pero Guatemala está secuestrada hoy por un pacto de corruptos y parecería que ese pacto se está asegurando que las próximas elecciones no cambien esa realidad.

ESCRITO POR:

Carolina Escobar Sarti

Doctora en Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad de Salamanca. Escritora, profesora universitaria, activista de DDHH por la niñez, adolescencia y juventud, especialmente por las niñas.