SI ME PERMITE

Un simple detalle nos puede abrir una puerta

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“Por un clavo se pierde una herradura; por una herradura, un caballo; por un caballo un jinete; por un jinete, un reino”. Flandes

Frecuentemente en la vida estamos visualizando las cumbres que hemos logrado o aquellas que por alguna razón no hemos podido escalar. Pero olvidamos que todos esos logros fueron hechos paso a paso y con una determinada perseverancia y por ello se logró la cumbre que estábamos escalando. Igualmente, cuando no hemos logrado terminar, quizá fue un simple detalle el que nos obligó a interrumpir el proceso y tuvimos que abandonar el proyecto. Esto es exactamente lo que sucede en cada área de nuestra vida.

Lo anterior es válido en el diario vivir cuando esperamos que las oportunidades se nos presenten o podamos alcanzar un determinado objetivo en la vida. Por ejemplo, si estamos buscando un trabajo y nos presentamos en el lugar y hora que se nos indicó, mucho dice cómo hemos preparado nuestros documentos, si están ordenados correctamente. Pero de igual manera es válido nuestro arreglo personal, si es el apropiado y hemos cuidado de cada detalle. Pero en tanto o mientras esperamos que se nos llame, es importante qué hacemos, cómo estamos sentados y también qué imagen proyectamos, porque posiblemente se nos está observando y evaluando.

Es determinante estar dispuestos a aceptar que esta vida es un encadenamiento de cosas, como las relaciones y actitudes que en un momento dado pueden pesar a nuestro favor o bien perjudicarnos. No siempre sabemos cuándo se nos vio y que opinión formaron de nosotros para que en un momento dado haga la diferencia a nuestro favor. Claro está, que muchos dan crédito a la suerte de lo que están logrando en esta vida, a la verdad, personalmente no me inclino tanto a la suerte si es que esta existiera, sino a la formación progresiva de nuestra personalidad y el modo de ser en determinado lugar y tiempo para que se nos tome en cuenta.

' La vida es un encadenamiento de pequeños detalles que hacen la diferencia para llegar a la meta.

Samuel Berberián

Sin lugar a duda los obstáculos y las oportunidades son evaluados en relación al cúmulo que este ha estado sumando, pero no siempre es verdad, porque muchas veces se ha llevado las cosas de la mejor manera, pero por un simple detalle todo lo que se tenía pesa mucho menos que el detalle manifiesto en ese momento. Lamentablemente en nuestros medios cuando se pregunta porque uno no ha calificado o no ha sido tomado en cuenta para algo que se estaba ofreciendo, simplemente nos responden con conceptos que no siempre están indicando la causa determinante.

Nosotros debemos ser los jueces de nuestra manera de ser y si hemos tenido la dicha de una formación de exigencia personal antes de que lo hagan otros debemos valorarlo y saber que esa simple formación es una llave para abrir puertas que parecieran imposibles.

Pero si no hemos tenido esa dicha y tenemos que ir corrigiendo nuestro modo de ser, debemos ser mucho más exigentes si esperamos que las puertas de las oportunidades se nos abran.

Muchos, amablemente nos sugieren mejoras en nuestro arreglo o bien en nuestro estudio o trabajo, el modo como aceptamos esas sugerencias dice mucho de nosotros, de la forma como nos estaremos comportando para que las oportunidades se nos presenten.

Muchos ascensos que se dan son considerados por aquellos detalles de los que nadie está consciente hasta que dichos cambios se den.

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.