REGISTRO AKÁSICO

Una grave embriaguez keynesiana

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Si se pone el dinero en un barril sin fondo. ¡Jamás se llenará! Para encontrar racionalidad a la dirección económica del gobierno, puede ligarse a lo expuesto por John Maynard Keynes *1883 +1946, cuando prescribe, fomentar la demanda agregada para fortalecer la economía; en otras palabras, aumentar el gasto de todos los consumidores, en especial de los servicios estatales. Así, el gobierno ofrecerá ayudas para favorecer el acceso a los bienes y servicios.

' El agravamiento de la situación económica mundial hará patente las malas decisiones del Gobierno.

Antonio Mosquera Aguilar

Una teoría general, funciona en sistemas grandes. En economías pequeñas, las recetas deben ajustarse. El incremento en el precio de los energéticos: gasolina y gas propano, mina el presupuesto familiar. ¿Sirven los subsidios para la mejora económica nacional?

Se desoyeron los consejos. Se advirtió: el precio del petróleo es volátil. Un precio estable hubiese evitado ajustes bruscos. La Cámara de Comercio de Guatemala lo propuso en marzo de 2020. La baja en el importe de la gasolina era pasajera. Además, no se reflejó en la baja del cobro de transporte. Los propietarios de esos medios, utilizan las ganancias en bienes de lujo, rara vez las invierten en el país. No se hizo caso. La altivez del poder, siempre se manifiesta en desoír propuestas novedosas. Después, a sufrir las consecuencias y tapar los errores.

La ley de apoyo social temporal a los consumidores de diésel y gasolina regular es una chapuza. La transferencia se hará a las compañías importadoras, propiedad de los monopolios extranjeros. Nada queda en el país, solo se drenan recursos al exterior. Alguno argumentará que ayuda a los consumidores nacionales. ¿En qué alivia? La respuesta es: a no ser conscientes de la grave situación mundial y seguir desperdiciando combustible en las congestionadas filas de entrada y salida a la ciudad, o también al ocio irresponsable. Si se considera al transporte público, sépase que está subsidiado en la capital y el resto no ha bajado tarifas durante toda la pandemia, sino las ha aumentado. Por lo tanto, ese subsidio equivale a regar las arenas de la costa marítima: se absorbe y vuelve a quedar como estaba antes. El presidente Alejandro Giammattei afirma no leer las críticas y al apoyar a las compañías expendedoras de gasolina, favorece al bolsillo de los nacionales. Hacer gala de ignorar razones y propuestas, así como creer que dos quetzales por galón es un beneficio mayúsculo, solo resalta su terco engreimiento.

La otra ley de apoyo social temporal a los consumidores de gas propano, admite reconocimiento pues alivia el coste de los alimentos. Por el bajo nivel de vida, falta de empleo con registro de seguridad social y la carestía de las provisiones para el hogar, ese gasto es un paliativo. El problema es su continuidad, pues solamente puede superarse con mejores salarios y empleo generalizado. Por lo tanto, la nota de temporal, es adecuada pues reconoce tanto la debilidad del esfuerzo del gasto público como la imposibilidad de mantenerla, pues deforma los precios de los alimentos.

Ha llegado la hora de bajar el gasto en la burocracia gubernamental e incrementar la inversión en obras públicas, esencialmente en equipamiento urbano. Debe procederse a suprimir ministerios y oficinas duplicadas, abandonar materias superfluas y subsidios surgidos del chantaje político. No se necesita un gallito de pelea, ligado a la derecha religiosa de EUA para pelear por extravagancias con los derechosos de Soros y progres gringos. Se requiere una adecuada visión de futuro para enfrentar las dificultades de la economía mundial y paliar el sufrimiento humano resultado de la pobreza y miseria.

ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.