PLUMA INVITADA

Una vida con propósito

Como seres humanos hemos progresado gracias a que, día a día, nos esforzamos para lograr una meta o un propósito que nos eleva la calidad de vida. Ya sea que esta meta sea propia o nos incorporemos a darle vida a la visión de alguien más que nos da el honor de formar parte de su visión, siempre debemos preguntarnos: ¿Para qué realmente trabajamos?

' Cuando unimos nuestro propósito individual con un propósito colectivo, se genera una energía enorme.

Eduardo Girón

Aunque suena sencilla, rara vez nos hacemos esta pregunta. Pasamos la mayor parte de nuestros días buscando construir un mejor futuro, pero se nos olvida que la vida no solo está en el futuro, sino que se vive en el presente y es sumamente importante poder encontrar el propósito personal en lo que hacemos para poder disfrutar ese presente.

Para mí no fue fácil encontrar mi propósito. En mi juventud tuve la oportunidad de estudiar Ingeniería Industrial, la cual utilicé para iniciar mi carrera empresarial y que me brindó muchísimos aprendizajes, pero también, al inicio, me trajo mucha insatisfacción personal. Me quedaba con la sensación interna de logro individual, pero pensaba que podía aportar más y que necesitaba un proyecto que me motivara a dar un paso más y trabajar por algo más grande.

Fue hasta que formé parte de un grupo de empresarios totalmente enfocados en el desarrollo y bienestar de Guatemala que mi propósito personal se enriqueció. Pude comprender plenamente que a medida que la industria guatemalteca se fortalece, las oportunidades de los guatemaltecos aumentan exponencialmente. Es así como logré encontrarle un verdadero propósito a mi carrera. Gracias a la Cámara de Industria y al grupo de empresarios que la conforma, entendí que mi trabajo tiene un impacto mas allá de lo personal. Las frases de “trabajar por la competitividad del país, por la industrialización, por la generación de empleo y el desarrollo” pasaron de ser retórica para convertirse en verdaderos motores de mi vida.

A los ocho meses de haber asumido la Presidencia de Cámara de Industria, tuve que enfrentar una situación compleja, el inicio de una pandemia. Ante un escenario incierto y sin precedente, tanto de salud como económico, se tomó la difícil decisión de realizar cierres voluntarios de las industrias. Con esa incertidumbre grandísima, sabiendo que habría pérdidas enormes e incluso quiebras, las gremiales y socios brindaron su apoyo incondicional y permitieron los cierres voluntarios. Además, asumieron el compromiso de mantener a su fuerza laboral para apoyar a millones de guatemaltecos trabajadores. Estas acciones son indudablemente admirables. Los siguientes meses estuvieron llenos de cambios, de decisiones importantes para el futuro del país y de arduo trabajo. Y aunque fueron meses largos y de mucha presión, pude experimentar el efecto positivo de la gremialidad para el ecosistema empresarial. Hoy estoy totalmente convencido que Guatemala necesita más empresarios y emprendedores, como los que apoyaron los cierres voluntarios, para darle prosperidad a todos y que si trabajamos en conjunto, podemos impulsar acciones extraordinarias en beneficio de toda una nación.

Cuando unimos nuestro propósito individual con un propósito colectivo, se genera una energía enorme que nos impulsa a continuar trabajando. Nos levantamos con ánimo, con entusiasmo y con un sentimiento de satisfacción al estar aportando al desarrollo. La satisfacción personal se alimenta cuando también trabajamos por el prójimo. Esto nos permite gozar de mejor forma el fruto de nuestro esfuerzo. Trabajar por una mejor Guatemala me hace ser mejor padre, jefe y empresario, porque reconozco que mis decisiones tienen un impacto colectivo y que puedo ser un agente positivo de cambio para promover la prosperidad de los demás. Cuando se encuentra ese propósito, uno se siente realmente lleno.

Yo los motivo a que busquen profundamente ese propósito compartido. En la medida que pensemos en cómo lo que hacemos todos los días en lo individual puede aportar a los demás, nuestra visión de vida se verá enriquecida. La felicidad de sentir que con mis acciones logré apoyar a alguien más es un presente sumamente gratificante. Los invito en este fin de semana a reflexionar sobre su propósito. Como diría el autor Robin Sharma, “el propósito de la vida es una vida con propósito”.

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