si me permite

Uno aprende de lo que escucha si es selectivo

El ejercicio de escuchar debe ser desarrollado con cuidado para que resulte para provecho.

“Aprende a escuchar, y te beneficiarás incluso de aquellos que hablan mal”. Plutarco

Desde el inicio de nuestra vida, el oído es la clave para todo lo que llegamos a saber porque ello nos va ayudando en todas nuestras relaciones humanas. Por ello, cuando oímos una voz espontáneamente giramos la cabeza para prestar atención y entender lo que se dijo.

El ejercicio de escuchar debe ser desarrollado con cuidado para que resulte para provecho.

Por ello es muy importante en la vida saber prestar atención y no simplemente escuchar, para que lo que escuchamos llegue a ser parte formativa de nuestra vida. Sin lugar a duda, todos recordamos la frase que tantas veces se nos dijo en nuestra infancia: “¡Te lo dije! ¡Recuérdalo!” Dependiendo de quien lo dice, es determinante la manera en que habremos de retener lo escuchado.

Muchas cosas que hoy sabemos las hemos estudiado, pero en algunos casos lo sabemos porque en algún momento oímos a alguien decirlo, lo consideramos valioso y lo hemos aprendido. Pero también hay cosas que oímos que lejos de ayudarnos, tal vez nos han comprometido.

Por ello la selectividad al prestar atención cuando se dice algo habrá de hacer la diferencia para el resto de la vida. Sin duda, toda la información que recibimos debe ser evaluada y, según su valor, conservarla o descartarla. Queremos estar informados de lo que sucede en nuestro derredor y poder ser parte del medio al cual pertenecemos.

Es indudable que no podemos escuchar todo y no todo lo que se dice es importante, pero al tener claros nuestros planes y definidos nuestros objetivos, sabremos qué cosas nos deben interesar en forma prioritaria.

Por ejemplo, si habré de salir de viaje, me interesa conocer qué clima esperar para que pueda llevar la ropa adecuada.

Lo selectivo en lo que escucho deberá ser determinado por las responsabilidades que tengo y los planes que he trazado. Por ello la razón nunca será porque me gustó, sino porque es lo más apropiado.

En esta etapa se refleja la medida de madurez que hemos adquirido. Por esta razón, escuchar es un proceso de informarnos de las fuentes apropiadas y dignas de confianza para que podamos en forma certera lograr nuestros planes y alcanzar nuestros objetivos.

A muchos, hoy en día, les interesa  saber cómo está el tráfico para que puedan calcular el tiempo que les habrá de tomar para llegar a los compromisos que tienen que atender, y muchos ya tienen la costumbre de escuchar alguna emisora radial, o tienen en sus teléfonos algún dispositivo que les indica del tráfico, incluso con el detalle de una ruta alterna para mejor aprovechamiento del tiempo.

Entendiendo que el proceso del aprendizaje tiene primordialmente un perfil formativo, fácilmente sabemos quiénes tienen una disciplina tal que tienen todo tan calculado y tan ordenado porque se han tomado el tiempo para dejarse guiar y aprender de otros, y la experiencia que otros han tenido la usan como si fuera de ellos, porque en algún momento alguien en las indicaciones que les dio tuvo la amabilidad de orientarlos y ellos se favorecieron de ello.

Esto es un reto para cada uno de nosotros, ser personas que por lo que vivimos y el cómo lo hacemos seamos una ayuda para los que están determinados en aprender a hacer las cosas de modo que cada vez sean mucho mejor.

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.