SI ME PERMITE
Visualicemos al continente como de esperanza
“La esperanza es el único remedio universal y barato para todos los males que sufre el hombre”. Abraham Cowley
Cuando leemos la narrativa que nos han heredado del cómo se descubrió nuestro continente y observamos lo accidentado que fue en sus inicios, podemos entender que los que llegaron no estaban conscientes de que habían arribado a un continente nuevo, pero su razón de viajar era buscar derroches de esperanza y nuevas oportunidades, y ese criterio es válido para ser retomado y poder así avanzar para escalar a logros que son justificables.
' El llamado nuevo continente debe conservar su perfil por el esfuerzo de cada uno de nosotros.
Samuel Berberián
Esta aventura de los antiguos abrió un nuevo espacio para que los que llegaban pudieran tener un lugar donde poder construir un futuro prometedor. A la verdad, esto no ha cambiado todavía, porque nuestros territorios son prometedores para los que quieren esforzarse y poner de su parte, y así poder iniciar construyendo un futuro prometedor y gratificante.
Lamentablemente algunos en lugar de valorar dónde están en este continente y poner todo su empeño aquí, prefieren probar haciéndolo hacia el norte y posiblemente a algunos les favorezca y resulte esperanzador, pero eso no siempre resulta tan certero para todos porque deben volver y retomar lo que dejaron porque no les favoreció la aventura.
Nuestro continente es un territorio que cuando lo visualizamos como un lugar donde podemos construir un futuro prometedor difícilmente somos decepcionados. Claro está que el empeño y la persistencia deben ser parte del proceso para que el logro también sea próspero y gratificante. No es posible pensar en la casualidad como que estuviéramos probando el tiro al blanco, sino todo lo contrario, con una buena planificación, considerando nuestras habilidades y capacidades, podemos marchar para el futuro.
A esta tierra los primeros colonos llegaron, la vieron tan atractiva y tan prometedora que dejaron atrás el viejo continente, con toda su historia y comodidad, y prefirieron poner todo su empeño en esta tierra, la cual no les ha pagado mal, sino todo lo contrario.
El reto es permanente y real para nuestra generación, valoremos y visualicemos la tierra en la que estamos y dediquémosle todo nuestro empeño y entusiasmo diariamente para que lo esperanzador que es se convierta también de lo más productivo y provechoso.
El continente americano en toda su variedad y diversidad, sea esta cultural o climática, es un lugar donde cualquier sueño puede llegar a cristalizarse de una manera que el esfuerzo invertido diariamente sea retribuido con la mayor gratificación y realización que cada humano tiene cuando llega a esta vida.
Es bueno mirar atrás y ver hasta dónde hemos podido llegar a lo largo de los años, pero no debemos detenernos allí, porque una vez que la mirada se dirigió atrás debemos regresar y mirar hacia adelante, y visualizar dónde queremos llegar y conforme a ello nuestros planes deberán ser trazados para que las metas no sean un sueño, sino un destino.
Es importantísimo que este ejercicio sea en el terreno personal e individual para ser productivo. Esto no quiere decir que no debemos tomarnos mano a mano y juntos apoyarnos para que lo que hacemos sea de beneficio para todos y perdurable para nuestras próximas generaciones.
Entonces, para el bien de los nuestros, levantemos la vista y caminemos con una conducta esperanzadora, para bien de todos.