Urbanismo y sociedad

Vuelve a aparecer la falta de desarrollo

Hemos visto lo que sabíamos que iba a suceder.

Y por fin llegamos a un acuerdo global sobre el cambio climático que estaba destruyendo el modo de vida de las poblaciones en el mundo global. Guatemala fue desde el 2010 el segundo país más afectado por el cambio climático. El cambio climático nos afecta a todos, pero las mujeres, los pueblos indígenas y las poblaciones en áreas marginales urbanas son los grupos más vulnerables.


En este país centroamericano cada vez son más comunes las sequías, deslaves o inundaciones, donde cerca del 21% de su población vive en zonas afectadas por el riesgo climático, sin contar las amenazas por terremotos y otros desastres naturales, es uno de los diez países ambientalmente más vulnerables al cambio climático a nivel mundial, con más del 80% del PIB producido en zonas de riesgo, a desastres y un alto porcentaje de su población en riesgo climático directo. De esta situación deviene la necesidad de actuar de manera inmediata para reducir los riesgos presentes y venideros de los desastres naturales derivados del calentamiento global.


El cambio climático tiene una serie de efectos adversos y potencialmente catastróficos cada vez más evidentes entre la población de Guatemala, especialmente entre las niñas, niños y adolescentes, debido a su menor grado de desarrollo físico e inmunológico. Se trata, además, del cuarto país de América Latina y el Caribe con mayor desigualdad en el ingreso (tras Haití, Honduras, Bolivia y Colombia). Unido a la desigualdad, la reducción de la deuda social de Guatemala pasa por la erradicación de la pobreza, que afecta a seis de cada diez niñas, niños y adolescentes.

El cambio climático también está incidiendo en las modificaciones de los patrones de enfermedades, como el dengue y la malaria.


El aumento de la temperatura esperado en Guatemala de alrededor de un grado para el año 2023 puede incrementar los casos de desnutrición crónica en el país, reduciendo la ingesta alimentaria y el acceso a los servicios. Para 2024, el modelo estima que existe una probabilidad del 74% de que se superen los 1,5 °C por primera vez.


El cambio climático también está incidiendo en las modificaciones de los patrones de enfermedades, como el dengue y la malaria, donde la infraestructura hospitalaria lleva cuarenta años de rezago social. El cambio climático está afectando la salud de las personas, especialmente de aquellas que viven en las áreas más remotas del país y que padecen más inequidades. Los casos de mortalidad y morbilidad serán mayores, principalmente entre la población infantil.


Pero por fin llegamos a contar con un acuerdo global con casi cuatro mil páginas de informe, elaborado durante ocho años por más de 200 científicos. Un exhaustivo documento que recopila todo lo que se sabe sobre el cambio climático hasta el momento y que puede servir de “catalizador de la acción ciudadana e institucional” en la lucha por el clima. El esperado sexto informe del Grupo Intergubernamental de expertos para el Cambio Climático IPCC (2022) “sube el tono” sobre la gravedad de la transformación que la humanidad ha llevado a cabo sobre la Tierra y “da una narrativa y liga” la concatenación de fenómenos extremos de los últimos años.


Así lo explica el ambientólogo y divulgador climático Andreu Escrivá, quien muestra una cierta esperanza de que el texto de los expertos de Naciones Unidas motive la reducción de emisiones “rápida y profunda” que reclaman los científicos. Señala que la actividad humana está “innegablemente” detrás del cambio climático y muestra que algunos de sus efectos como la subida del nivel del mar o el deshielo de los glaciares son “irreversibles”.

ESCRITO POR:

Alfonso Yurrita Cuesta

Arquitecto con estudios de urbanismo en Land Reform Training Institute, Taiwán / Lincoln Institute of Land Policy, Inc., EE. UU. Director de la Unidad Planificación Urbana Municipalidad de Guatemala. Desarrolló el Plan Regulador de Antigua Guatemala.