ECLIPSE

Como un oasis

Ileana Alamilla

|

La perseverancia hace a los invencibles, la Historia lo tiene documentado y nuestros atletas lo confirman. Hay países en donde el Estado incentiva a los talentosos. Cuba ha sido un ejemplo de cómo, a pesar del bloqueo, se ha garantizado la salud y la educación a la población, lo que ha permitido la conquista de múltiples preseas en diversos campos. Seguramente a los conservadores no les agrada reconocer este mérito y arremeten contra quienes lo valoramos. En países desarrollados es lógico que afloren las capacidades y que brillen las estrellas; tienen de todo.

En los recientes Juegos Panamericanos de Toronto nuestro país se colocó en el décimo lugar, con seis medallas de oro, una de bronce y una de plata, lo que nos ha provocado una sensación de aliento y optimismo, a pesar de que estamos inmersos en una crisis política de la que esperamos emerger, cuando por fin toquemos fondo y conquistemos un sistema alineado con la justicia, con la corrupción derrotada.

Vuelven los atletas con estrellas brillando en su frente y nos regalan esperanza y una dosis de orgullo compartido, especialmente quienes, con enorme esfuerzo y sacrificio, han triunfado. Particular mención merece Érick Barrondo, con una medalla de plata que vale oro. Irrumpió a pesar de la sanción y de nuevo nos regala otro triunfo. Clasificó y seguirá marchando hacia los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Jorge Vega, ese joven gimnasta que lo deja a uno sin aliento, no solo al ver lo impresionante que es capaz de realizar, sino al conocer el sacrificio que ha hecho para lograrlo, dejar a su familia para dedicarse a la conquista de su sueño. Gran mérito tienen los otros medallistas de otras categorías, como Heber Brol, en tiro deportivo, y Kevin Cordón, en bádminton, así como Juan Maegli, en vela, e Irene Abascal y Jason Hess. Ana Sofía Gómez nos trajo un bronce, y entre todos nos bañaron de ilusión. ¡Millones de agradecimientos a nuestros atletas por su ejemplo!

Tuvimos también otra pausa en nuestro cotidiano batallar con la Edición de Filgua, este año dedicada a México como invitado de honor. Qué agradable ambiente en ese mar de conocimientos, intelectualidad y creatividad de más de 230 actividades, que permitieron, por lo menos por ratos, transportarnos a otra realidad.

El cierre fue espectacular, con Pancho Toralla —Panchorizo—, una extraordinaria expresión del arte nacional, perseguido por niños, niñas y sus progenitores; tiene un ángel, una creatividad y un talento que atraen como un imán.

Francisco Méndez, brillante escritor e investigador guatemalteco, y Paco Ignacio Taibo II, narrador, periodista, historiador y fundador del género neopoliciaco en América Latina, gurú de la novela negra, conversador versátil, con una memoria prodigiosa, el mejor biógrafo del Che y de Pancho Villa, incansable investigador y extraordinario ser humano.

Gracias a quienes nos regalan tanto.

iliaalamilla@gmail.com

ESCRITO POR: