Complot terrorista
Desde el Papa hasta el presidente uruguayo, la sociedad secreta se ha puesto de acuerdo para atacar al status quo capitalista. Todo es un complot creado por H. Chávez.
Ese grupo tiene mucho poder. No en balde está el Papa metido, pues tiene comunicación directa con el gran jefe, que también es parte de la conspiración. Son tan hábiles que pudieron inundar Nueva York y hacer nevar en pleno verano en el occidente de Guatemala. El calor récord es parte de esa treta terrorista que busca destruir las comodidades de hoy. Sus objetivos son las petroleras y mineras. Odian a los creadores de riqueza que son millonarios desde hace mucho por invertir en petróleo y la minería.
Entrenan a sus líderes en universidades públicas y el mundo está infestado de ellos. Cuidado con el heladero de la esquina y el vendedor de granizadas; con tal de vender más apoyan esa patraña del calentamiento global. Cuidado con la niña desnutrida de Jalapa… con tal de vivir de la ubre del Estado dirá que los ricos como nosotros deben pagar impuestos para poder comer. Cuidado lo convence el mendigo del semáforo; para seguir pidiendo apoya al Estado benefactor quien “garantiza su pobreza” y le permite vivir como parásito limosnero. Ojo con los peligrosos ambientalistas: Viven de las donaciones escandinavas que tiran su dinero creyendo las mentiras de los ecohistéricos. ¿No ven que en Petén hay mucha selva? Ellos quieren vivir en la edad de piedra.
Los transgénicos, las armas, las aguas gaseosas y las frituras son otro de los motivos de ataque de esa conspiración satánica. Entre ellos inventan sus tretas para tapar carreteras. Todo con el aval del gran director: Fidel, que desde Cuba observa sus pasos con sus cámaras secretamente puestas en los estetoscopios de las tropas de médicos.
Lo último es querer romper con la desigualdad que creció desde las políticas libertarias implantadas por nuestros líderes: Reagan, Thatcher y Pinochet. ¿Qué importa que un grupito sea siempre millonario? No se dan cuenta de que todos son iguales pues les gusta vivir viendo por televisión el futbol español, los premios Óscar y las olimpiadas, embriagados de parafernalia religiosa, cerveza y comida rápida? Cuidado, porque la conspiración avanza y polariza atacando a los empresarios que hacen todo por altruismo. Por eso debe apoyar las fundaciones antiterroristas, convertirse al libertarismo y evitar pensar “más de lo que debe”. No sea que empiece a sacar conclusiones más allá del “sentido común”.
¡Ánimo! Lléguese este domingo a Cayalá, gaste y regrese a casa a revisar cuántos años le tomará pagar su tarjeta de crédito. Eso es lo que realmente importa. Mejor repita conmigo este mantra: “El cambio climático es mentira, las mineras son la solución para el desarrollo, el Estado es una m…, es mejor que nos gobierne una oligarquía de ladinos que una oligarquía de indios y en Guatemala no hubo genocidio”. Ojo: El sarcasmo, al explicarse, deja de serlo.