Dardos incómodos
o que ha tenido un nulo avance en atención a los pueblos originarios, como lo indicó el Observatorio de Pueblos Indígenas. Para guinda, el PNUD acaba de decir que las políticas de mano dura han fracasado. La respuesta oficial ha sido el rechazo virulento a cada una de esas evaluaciones porque se salen de su esquema de supuestos éxitos.
SI USTED ENCIENDE la radio o la televisión escuchará o verá espacios propagandísticos en los cuales el gobernante, cual vendedor de ilusiones, habla de lo positivo de su administración. En contraste, la URL asegura que el Gobierno ha tomado una línea promilitar y proempresarial, con una carencia de información confiable para evaluar su labor. Señala mayor percepción de corrupción, clientelismo y falta de rendición de cuentas. Pérez Molina calificó el 2013 como el año de la transparencia, pero AC dice lo contrario. “Creemos que su política de transparencia es un fracaso”, expresó Manfredo Marroquín, presidente de esa entidad. Según su análisis, la corrupción es un grave problema porque el país bajó hasta el puesto 123 entre las naciones con mayor opacidad.
EL OBSERVATORIO INDÍGENA afirma que “el Gobierno tiene una ausencia de políticas para el desarrollo de los pueblos indígenas” y que “creó un gabinete indígena de folclor que no funciona”. Dice que en dos años el gobierno patriotista ha incrementado la conflictividad social sin que exista una hoja de ruta para eliminar el carácter racista y excluyente del Estado. Hace dos días, el PNUD lanzó un dardo a la médula política de Pérez Molina al indicar que la mano dura ha fracasado en América Latina y que la inseguridad no solo requiere soluciones de fuerza. Ya antes la URL había dicho que “la seguridad sigue siendo un problema estratégico” y que este gobierno ha tenido un manejo inadecuado para resolver la conflictividad social porque se ha escudado en el uso de la fuerza.
QUIZÁ PARA PÉREZ MOLINA sea duro recibir tanta crítica, pero ya debería asumir que en dos años se ha evidenciado la inexistencia de un programa definido y la carencia de cuadros que echen a andar una administración coherente y alejada del saqueo de los recursos públicos. Pero las críticas son necesarias para ponerle los pies sobre la tierra, para que entienda lo que vive cada día el guatemalteco de a pie. Esperemos que este sí sea el año del cumplimiento de promesas y de resultados tangibles, porque, como dijo el arzobispo Óscar Vian, el presidente debe ponerse a trabajar en serio y no solo hacer propaganda.
Twitter: @hshetemul