HACIA ADELANTE
Debates sin éxito
Estamos en la recta final de una compaña electoral, plagada de problemas tanto éticos como de presentaciones, donde es evidente que se trata de encontrar que los candidatos presenten alguna solución a los graves problemas que aquejan al país.
Los candidatos se quieren lucir como estudiantes brillantes, con experiencia en diferentes campos de trabajo; proponen programas que son incongruentes para lanzar al país hacia el desarrollo y a los habitantes, hacia un mejor nivel de vida, sin presentar un programa razonado y congruente para los ministerios que componen el Gobierno.
Atacan la corrupción que merodea y luego se campean sobre su honradez; si participaron en algún gobierno, algunos entraron pobres al cargo y salieron ricos; otros hablan de su experiencia financiera, sin haber manejado fondos o tenido créditos bancarios que los acrediten.
Hablan de educación, indicando que saben cómo administrar y qué enseñar, sin tener una idea de cómo se debe transformar el Ministerio de Educación para que funcione correctamente en toda la nación.
Tratan el tema de seguridad como si tuvieran un pensamiento claro de cómo solucionar ese problema, no indican qué acciones pondrán en práctica para resolverlo, no hay propuestas concretas para que desaparezca rápidamente la delincuencia en todo el país.
Al Ministerio de Obras Públicas casi no lo presentan, ya que se tocan componentes y elementos de ingeniería, combinados con una alta corrupción en los contratos y obras, que no se solucionan con auditorías.
Sobre la energía eléctrica, tampoco se han explayado los problemas sociales que se han generado por un mal manejo del tema, donde se oponen a la construcción de hidroeléctricas y no a las plantas de carbón, asesorados por europeos, en cuyo país, en promedio, los habitantes tienen 30 y más veces energía eléctrica que un guatemalteco.
La minería, si les gusta tocarla, hay muchos votantes que se oponen, motivados por enseñanzas de extranjeros que tienen minería en sus países.
En el tema de la agricultura, explican sobre riego, abono, herbicidas, etc. cuando el problema está completamente en otra área. El presidente podría no ser experto agricultor, pero sí debería tener experiencia o conocimiento de los sistemas económicos que funcionan para enriquecer a los agricultores.
Salud pública, piensan que la solución es llenar de hospitales el país, que ya tiene hospitales que fueron mal distribuidos y, para colmo, sin medicinas y equipos modernos, médicos mal pagados, etc.
La cultura, no la mencionan, habiendo gran riqueza arqueológica que enseñar, para que venga el turismo. Deporte, ofrecen éxitos en las participaciones deportivas sin explicar cómo lo van a hacer.
Lo mismo se puede decir de los sueldos y puestos de trabajo. Un gobernante no puede crear puestos ni obligar a empresa alguna a contratar personal, a menos que se tenga un gobierno socialista, que da empleo y mantiene a los trabajadores con salarios de miseria, ya que les falta el elemento fundamental para el desarrollo, como señalaba el economista José Chumpeter: “El espíritu emprendedor”, es decir, el empresario.
jfarimany@hotmail.com