No importó al abogado el desgaste que su petición podía suponer para el corazón del Sistema de Justicia, ya que por su condición de “particular” carece de legitimidad activa. Menos les importó a quienes estuvieron detrás de esa jugada política quebrarle (otra vez) la columna vertebral al Estado de Derecho. Tampoco importó a la CC la interferencia de poderes cuando ordenó al Legislativo actuar de inmediato en correspondencia con el amparo “provisional” presentado por el abogado para sacar a la Fiscal el próximo mes de mayo. Un amparo provisional tiene “apellido”, así que jamás debió ser orden acatada por el Congreso hasta que ese apellido hubiese sido sustituido por “definitivo”. Todo eso ya lo sabemos.

Lo que no sabemos es que el expresidente Colom colocó en el acuerdo la fecha del período de la gestión de la Fiscal, y este acaba en diciembre de 2014. Tampoco que, cuando la paran por la calle y le agradecen por su buen trabajo, la Fiscal sonríe agradecida, y siempre recuerda que ella no lo ha hecho sola sino con un equipo de gente comprometida de otra manera con el país. Dice, además y con una sencillez inusual para lo que estamos acostumbrados a ver entre el alto funcionariado público, que ella ha sido contratada para servir, según las funciones de su cargo, a la población que con sus impuestos paga su trabajo, y para nada más.

Ayer la Fiscal General, Paz y Paz, se presentó al máximo tribunal a una vista pública por el amparo que busca recortar su cargo. Iniciando su argumentación dijo: “Cuatro años, ni un día más, pero tampoco un día menos”. Y desde la distancia decimos: Sí, Señora Fiscal, ni un día menos en su cargo, porque somos tiempo y en siete meses pueden suceder (o dejar de suceder) muchas cosas que impliquen pasos atrás en la búsqueda de justicia en el país. Ni un día menos, Señora Fiscal, porque no es legal ni legítimo que la Corte de Constitucionalidad manosee, venda y ultraje a la Constitución que está supuesta a defender. Ni un día menos, Señora Fiscal, porque no queremos que la endeble institucionalidad de justicia siga arrodillada frente a los poderes fácticos del país.

Siguiendo la ruta de su trabajo en este corral colonial, podemos decir lo que queramos desde cualquier escenario ideológico, pero nadie puede negar que la gestión de la doctora Claudia Paz y Paz como Fiscal General y Jefa del Ministerio Público durante estos últimos tres años, ha sido inédita en Guatemala. Así que, señora Fiscal, ni un día menos para una gestión como la suya, ni un día menos para cualquier gestión que sea como la suya, ni un día menos para la Guatemala que queremos ser.

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