El agente 0157

Gustavo Gini

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La mejor manera de saber si una E. coli es patógena es demostrando si produce toxinas dañinas para el intestino o no. Por ello su presencia es indicadora de contaminación fecal y foco de infección intestinal. Existen varios tipos de esta bacteria, algunos de ellos causan infecciones serias, por la producción de diferentes toxinas. La O157:H7, conocida como la E. coli enterohemorrágica, es un bacilo gram negativo, parte de la microbiota normal del intestino de varios animales, sobre todo del ganado vacuno. Los síntomas de una infección por este agente bacteriano pernicioso son: Cefalea, malestar general, anorexia, vómitos, ruido intestinal intenso, fiebre y escalofríos.

Diarrea que puede ser excesivamente acuosa, no fétida y puede o no presentar hemorragia. En Guatemala generalmente es líquida sin sangre.  La O157:H7 también puede ocasionar el síndrome urémico hemolítico, condición principalmente pediátrica, que presenta una tríada de eventos: anemia hemolítica, trombocitopenia y falla aguda renal. Las diarreas en Guatemala constituyen importantes síndromes originados por distintas fuentes, lo que dificulta su diagnóstico médico. Es por eso que el laboratorio constituye un valioso auxiliar para determinar el promotor de una diarrea. Las diarreas causadas por infecciones microbianas son las más frecuentes e importantes.

En Guatemala, en diversos estudios y uno recientemente efectuado en la Digi (Dirección General de Investigación) de la Universidad de San Carlos, por nosotros en el laboratorio de bacteriología de Ultralab, se demostró que la O157:H7 fue la bacteria más frecuente causal de diarrea, seguida por la Shigella y Salmonella. Dentro de las causas para provocar una diarrea y apreciar que es un síndrome muy complejo, que no  podemos determinar qué la produce sin estudios adecuados, están: el estrés, nerviosismo, agentes protozoarios como giardia, entamoeba y trichomonas; agentes virales como rotavirus, norovirus y astrovirus; agentes bacterianos como vibrio cholerae, clostridium difficile, campylobacter jejuni, shigella spp., Salmonella spp. y las diversas variantes de Escherichia coli.

En el futuro  habrá que detectar en las heces a presencia de verotoxinas, las cuales son toxinas muy importantes y no se buscan rutinariamente. Es por esa razón  que la detección de cepas productoras de toxinas  no es nada fácil en los exámenes de rutina. Así como la búsqueda de los agentes virales norovirus y astrovirus que al igual que los rotavirus pueden ocasionar diarreas, sobre todo pequeños brotes epidémicos.

Actualmente existe el tipo 0104 de E. coli, que ha causado muertes en Europa, principalmente en Alemania. Sin embargo, este tipo de enfermedad no ha sido únicamente causada por la 0104, ya que existen otros serotipos que ocasionan el mismo cuadro clínico —síndrome urémico hemorrágico—, como la 0103, 0108 y 0157. Por otro lado, es mi opinión que con el número tan bajo de casos de la O104 reportados hasta la fecha  no nos debemos  alarmar, ya que en nuestro país se mueren más personas al día por violencia, enfermedades respiratorias y otros procesos diarreicos no causados por esta cepa exótica. En resumen, es muy importante conocer mejor la causa frecuente de las diarreas en Guatemala, con investigaciones serias y estudios de los resultados obtenidos con métodos modernos de epidemiología, porque la mayoría de los síndromes diarreicos se diagnostican con criterio de ojo clínico, y no académico. 

El aislamiento o demostración de la presencia del germen, sus antígenos o anticuerpos es lo más recomendable. Para ello debe recurrirse a métodos de diagnóstico de laboratorios modernos y actualizados que efectúen la mayor cantidad de ensayos.  Y por otro lado, insisto en el uso racional de los antibióticos, para que este grupo de microorganismos  no desarrollen mecanismos de resistencia.

Exdirector de la Escuela de Química Biológica de la Universidad de San Carlos y exjefe de  laboratorios del IGSS

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