LIBERAL SIN NEO
El año de las escuchas
Antonio Meucci inventó en 1854 un rudimentario aparato de transmisión de voz, al que llamo el telletrófono. En 1871, Meucci tramitó un “aviso preventivo de patente” en la Oficina de Patentes de los Estados Unidos. Meucci, un gran inventor, tuvo poca perspicacia comercial y durante su vida pasó épocas sobreviviendo de la asistencia pública. El Congreso de los Estados Unidos pasó una resolución en 2002, reconociendo el trabajo pionero de Meucci en la invención del teléfono, con el comentario que “si Meucci hubiera podido pagar la tarifa de US$10 para mantener la vigencia de su aviso, nunca se le hubiera podido otorgar la patente a Bell”. Pero se reconoce a Alexander Graham Bell como el inventor del primer teléfono práctico y fue el primero en patentar, en 1876, “un aparato para la transmisión telegráfica de voz y otros sonidos”.
El “fonógrafo” fue inventado en 1877 por Thomas Alva Edison, para “la grabación y reproducción mecánica de sonido”. Ya otros habían inventado aparatos que grababan sonido, pero el fonógrafo de Edison fue el primero capaz de grabar y reproducir.
El teléfono de Bell y el fonógrafo de Edison son los ancestrales precursores tecnológicos de lo que hoy se conoce como “escuchas”, ese protagónico fenómeno que documentó las conversaciones de la Línea y que está detrás de la revolución ciudadana contra la corrupción que vive Guatemala.
El teléfono de Bell no jugó papel, pero la grabación y reproducción de audio de Edison sí, en las últimas aventuras del autoproclamado líder. A pesar de advertir de que tiene un aparato que detecta “dónde hay señal, dónde están grabando”, lo grabaron. Creo que no hay tal aparato y si lo hay, Baldizón no lo tiene. Obviamente tiene un alacrán metido en la camisa, que lo grabó y dio a conocer el contenido. Este audio delata mucho sobre el verdadero líder. Ese mismo que ante la prohibición expresa del TSE de gastar un centavo más en campaña electoral desplegó enormes vallas que leen “apoyemos al candidato que aplicará la pena de muerte. Votemos por el gran LIDER de Guatemala”, burlando la ley de manera tan grotesca, diciendo “yo no fui”. Este fue uno de tantos colmos de insulto a la inteligencia de los ciudadanos, que sellaron su derrota electoral.
Una de las amenazas vertidas en el audio por el líder pone de manifiesto su estilo y subraya el pan nuestro de cada día de la clase política: “El que dé un aporte, un apoyo, el candidato a alcalde de otro partido, que se olvide del presupuesto”. Esta visión señala que el presupuesto de ingresos y egresos del Gobierno de Guatemala, no es una herramienta para promover la seguridad, el orden y el progreso, sino un instrumento político para fines propios. El pastel del presupuesto es para los leales, y los desleales no verían ni migas. Este sería el propósito de la bancada, que al parecer, más que cogobernar, ya está pensando en cómo coordeñar. Ya viene en la agenda legislativa la discusión y presumible aprobación del presupuesto 2016 y el líder ha proclamado cuál sería el principio orientador del ejercicio: fortalecer el partido, debilitar a la oposición y meterle zancadilla extorsiva al ejecutivo; “oposición constructiva”.
Claro está que estas no son prácticas exclusivas del líder, sino el modus operandi de la partidocracia en el ejercicio de la “consolidación de la democracia”. Además, el líder ya se fue ¿temporalmente?
El año de las escuchas. Gracias a Bell y Edison, que pusieron un granito de arena para facilitar el despertar de un país en contra de la corrupción.
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