Alaíde Foppa, como otros intelectuales, durante la guerra interna (1960-1996) representó según las fuerzas de seguridad una amenaza para del Estado, por lo que fue secuestrada y desaparecida el 19 de diciembre de 1980. Treinta y cinco años después corremos el riesgo de volver a aquellos tenebrosos tiempos, pero a diferencia de entonces, ahora, como bien se dijo en la manifestación del 25 de abril: “…hasta el miedo nos quitaron”.

La Capitanía General, al trasladarse a la Ermita, trajo consigo sus autoridades, escudo y títulos, junto a la estructura urbana, barrios, tradiciones y costumbres. La Plaza Mayor albergó a la Catedral, el Real Palacio, el Ayuntamiento y al poder económico con el Portal del Comercio. En su entorno se repartieron solares a las familias dominantes y las órdenes religiosas ocuparon manzanas enteras, en torno a las que se desarrollaron los barrios. En las afueras se ubicaron los pueblos que igualmente fueron reubicados para dar a la ciudad el indispensable apoyo, suministro de materiales, mano de obra y bienes.

La Plaza Mayor y el conjunto catedralicio son los únicos sobrevivientes de esa disposición, así como de los demás complejos religiosos que a partir de la Revolución Liberal de 1871 y la expulsión de las órdenes religiosas sufrieron mutilaciones. Subsistieron los templos. En manos del Estado, la mayoría de conventos y casas parroquiales dieron lugar a instituciones públicas. La Merced: cárcel y hospital de la Policía Nacional. Santo Domingo: Dirección General de Rentas Internas y almacén de licores. San Francisco: Palacio de la Policía Nacional, con sus temidos calabozos. El Carmen: Ministerio de Economía y piñatización del resto de la manzana. Santa Clara: Teatro Capitol y otros usos, etcétera.

La Nueva Guatemala de la Asunción surgió bajo el influjo del Neoclásico, pese a que la orden del capitán general, Martín de Mayorga, fue que los vecinos trajeran consigo todos aquellos elementos arquitectónicos de la destruida ciudad que facilitara la construcción de sus casas. Por eso encontramos un Liceo Francés, con repisas y balcones barrocos, pero con una magnífica portada neoclásica.

Dentro del bello conjunto de Catedral destaca el atrio sur, del Sagrario, que durante los últimos 30 años permaneció oculto a la vista del transeúnte de la 8ª. calle, primero por las ventas callejeras que obstruyeron la apreciación de la ciudad y luego, por seguridad, cuando los curas mandaron a enlaminar la reja de hierro forjado que lo cierra, pero que permitía apreciar lo que en mi opinión es el espacio urbano-arquitectónico más exquisito de la ciudad.

En el contexto de la celebración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ayer tuvo lugar el Gran Concierto Inaugural de la Orquesta Sinfónica Juvenil Femenina “Alaíde Foppa”.

Por primera vez en Guatemala, una Orquesta y Coro con más de cien mujeres clamará por medio de la música por la no violencia contra la mujer y un claro NO al olvido de los vejámenes sufridos durante la guerra interna de los 36 años, incluida Alaíde Foppa, a cuya memoria fue creada la orquesta.

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