URBANISMO Y SOCIEDAD
El urbanismo brasileño
Mientras las cámaras han enfocado a esos atletas que realizan sus mejores esfuerzos para alcanzar sus metas por lo que han luchado toda su vida, existe un marco físico espacial urbanístico y arquitectónico muy interesante que viene a resaltar esa falta de un urbanismo para al siglo XXI en Guatemala, el cual ha ocasionado los grandes problemas que estamos sufriendo. (P.L. 14/7/16) En las pruebas deportivas exteriores se aprecia un urbanismo con una escala en que se ha tomado en cuenta el espacio, forma y arquitectura, tránsito y transporte. Y salta la pregunta: ¿Qué es lo que ha pasado en nuestro país para que esto no suceda aquí?
En Brasil al arribo de Le Courbusier, ese arquitecto suizo considerado uno de los más claros exponentes de la arquitectura moderna, realizó la propuesta urbanística para Río de Janeiro en 1929. Se estacionó en este país y fuera de participar en la creación de Brasilia, dejó una escuela urbanística que llevó a la estructuración del urbanismo brasileño, como ese Río de Janeiro que estamos apreciando en estas olimpiadas. “No todos los arquitectos que quisieron llevar a Brasil las tesis de la arquitectura moderna se acercaron a los aspectos socio-culturales del país de la misma forma que Lúcio Costa y Oscar Niemeyer. En definitiva, podemos decir que el pionero de la nueva arquitectura en Brasil fue Gregori Warchavchik, un arquitecto formado en las tesis del Movimiento Moderno. Nació en Rusia, educado en Italia, preparó el camino realizando las primeras obras modernas y contribuyó a forjar una nueva mentalidad en los jóvenes arquitectos de Río.
Sin embargo, la oportunidad decisiva para el despegue definitivo del Movimiento Moderno se produjo en Río de Janeiro (A. Melenudo), tanto en las ideas urbanísticas de Lúcio Costa como en los edificios proyectados por Oscar Niemeyer y otros arquitectos brasileños. Todos aparecen recogidos en los postulados de Le Corbusier que responde poéticamente al paisaje, haciendo discurrir este elemento de forma sinuosa entre la Bahía y las montañas que rodean la capital. Esa que vemos todos los días en la TV. La penetración al Mato Grosso sería Brasilia, la nueva capital de Brasil, construida unos años después, proyectada por Lucio Costa de acuerdo a los principios del urbanismo moderno condensado en la Carta de Atenas (1933). Le Corbusier llegó a ser consultado sobre su participación en las construcción de la ciudad. Respondió diciendo que la nueva capital debería ser una creación brasileña; no obstante, podría colaborar en su construcción. Diversas circunstancias le impidieron finalmente realizar este deseo (WP).
Estos movimientos fueron la base del nuevo urbanismo y arquitectura guatemalteca, en que el Centro Cívico fue el mojón de arranque, donde participarían los arquitectos Carlos Hasussler, Jorge Montes, Raul Minondo, Pelayo Llarena quienes crearon nuevas formas y espacios urbanos para una Guatemala del siglo XX. Una obra como las de Brasil, despejando la tierra de obras instaladas, como la Colina de San José de Buenavista, la Penitenciaría Central, además de los predios donde habían funcionado el Luna Park, el parque Navidad y el Estadio Autonomía. Y formaron una Facultad de Arquitectura, de la cual salimos como arquitectos conocedores de una arquitectura adecuada a Guatemala. Así es como participé en la modificación de la Ciudad Universitaria de la Usac como un campus, convirtiéndolo en el segundo proyecto urbanístico y arquitectónico más importante de la ciudad. Pero todo esto se ha visto desplazado por los valores económicos de la tierra, amparado por políticos, por lo que nuestro urbanismo no tendrá obras como las de Brasil.
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