A CONTRALUZ
Enriquecimiento ilícito
¿SABEN, ESTIMADOS LECTORES, cuánto le cuesta al gobierno de Pérez Molina el sostenimiento de la Cicig? Ni un solo centavo, ya que la comunidad internacional es la que paga los gastos de esta instancia que funciona en el país para apoyar la investigación criminal, transferir conocimientos y hacer propuestas legislativas sobre seguridad y justicia. Entonces, cuál es la razón de tanta tirria del mandatario, que no quiere ver ni en pintura a esta comisión que ha ayudado a combatir la impunidad.
ENTRE LAS CAUSAS de ese rechazo estaría evitar que se conozca que buena parte del financiamiento del PP provendría de actividades ilícitas, como el narcotráfico. Cuando Iván Velásquez, jefe de la Cicig, dijo en el 2013 que iba a investigar cómo se financian los partidos en el país, Pérez Molina y Roxana Baldetti saltaron para decir que la Comisión no tiene tiempo para esa tarea y que solo debe transferir conocimientos al Ministerio Público. Es obvio: no desean que salga a luz que los más de Q75 millones que gastó el PP en la campaña del 2011 tienen un origen oscuro.
VELÁSQUEZ HA SIDO CLARO en indicar que sigue la pista al dinero del crimen organizado en campañas proselitistas, así como investigar el enriquecimiento de funcionarios públicos. En su columna en la revista Contrapoder, Gustavo Berganza dice que el rechazo a la Cicig se debe a que no quieren que se conozca el desmedido enriquecimiento de Pérez Molina y su esposa, Rosa Leal, los hermanos de esta y el hermano del presidente, Jaime Pérez Molina. Afirma que esa familia se aprovechó de donaciones no registradas en campañas proselitistas y ha hecho negocios con el Estado. Berganza señala que Pérez Molina tiene inversiones en bonos en Panamá y lujosas propiedades de veraneo, una colección de motos Harley Davidson y BMW, así como yates Sea Ray Sundancer y Gastron, uno para pescar en alta mar y otro para esquiar. Tales propiedades nunca las hubiera podido tener con su sueldo de presidente.
LA SEGUNDA CAUSA, según Berganza, sería la necesidad de proteger a sus hijos y parejas, cuya corrupción y enriquecimiento está a la vista de todos, principalmente el saqueo que ha hecho Otto Pérez Leal y su pareja, la “licenciada” Stella Alonzo, en la Alcaldía de Mixco, así como el yerno del presidente, Gustavo Martínez, secretario general de la Presidencia, que está casado con su hija, Lissette Pérez Leal.
EL TERCER MOTIVO sería proteger a Baldetti, a quien diversas fuentes señalan un desmedido enriquecimiento desde que llegó al Gobierno. La misma vicemandataria se encargó de decir en Radio Sonora, en el 2014, que cuenta con un emporio empresarial que incluye productos de belleza, exportadora de vegetales, productora de lácteos, constructoras de condominios y centros comerciales que incluyen salas de cine. A ello se agregan las suntuosas propiedades inmobiliarias que le ha atribuido El Periódico, que, por supuesto, tampoco podría haber logrado con su sueldo de funcionaria. Están muy claras, pues, las razones del rechazo oficial a la Cicig y, por supuesto, la necesidad de que esa comisión continúe en el país.
@hshetemul