DE MIS NOTAS

Fíjese que…

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Es una especie de muletilla idiomática. Una forma disimulada de advertir que hay un problemilla por ahí deambulando en la indagación o en la pregunta. Los chapines utilizamos esas expresiones para encubrir excusas y barrer la basura y el polvo de nuestros errores bajo la alfombra. Abunda por doquier este atavismo cultural chapín, especialmente en el mundo de los pretextos, la ineficiencia y el desorden. Basta con oír esas dos palabras al principio de una respuesta, para saber que el resultado ha sido nulo, que la acción, acto o trámite esperado no se concretó como debió haber sido.

Donde más abunda el molesto estribillo es en la administración pública. “Fíjese que su expediente todavía no está listo, usted”. “Fíjese que” aún no hay DPI. Condenando con ello al ciudadano a su derecho de identidad.

La ley dice que “la defensa de la persona y sus derechos son inviolables. Que nadie podrá ser condenado, ni privado de sus derechos, sin haber sido citado, oído y vencido en proceso legal ante juez o tribunal competente y preestablecido. Que ninguna persona puede ser juzgada por tribunales especiales o secretos ni por procedimientos que no estén preestablecidos legalmente.” …“pero fíjese que….”. El coronel Juan Chiroy, acusado de incumplimiento de deberes por la “masacre de Alaska” guarda prisión desde hace 5 años y aún no le abren juicio. Ya habría cumplido la sentencia. A su anciana madre la asesinaron a golpes en Chimaltenango en el 2014. Probablemente por venganza. Nadie investigó… El doble estándar pulula. Pregúnteseles a los defensores de los derechos humanos la razón de no involucrarse en tales violaciones “inhumanas” y las excusas “inexcusables” empiezan y terminan con el consabido “fíjese que”…

Y, sin embargo, el debido proceso dictamina: “no podrá dictarse auto de prisión sin que preceda información de haberse cometido un delito y sin que concurran motivos racionales suficientes para creer que la persona detenida lo ha cometido o participado en él. Las autoridades policiales no podrán presentar de oficio, ante los medios de comunicación social, a ninguna persona que previamente no haya sido indagada por tribunal competente”.

Últimamente criticar a la Cicig es anatema en ciertos círculos desde aquí hasta Washington. Que nadie ose levantar la voz o expresar alguna crítica contra algunos de los comisionados de turno por utilizar como testigos principales los testimonios de bribones y criminales de conocida trayectoria, como el comisionado Castresana con los hermanos Paiz; o el comisionado Dallanese contra Sperinsen, Vielman y Giamattei, o a don Iván por su activismo político, porque inmediatamente es ubicado del otro lado del río oscuro.

Se insiste —y se ha proclamado por doquier— que “todos” queremos ver en la cárcel a los corruptos y delincuentes, pero no hay igual eco del otro lado cuando se violan derechos constitucionales o privilegian selectivamente investigaciones de ciertos casos sobre otros.

La la ley tipifica la invasión de la propiedad como el delito de “usurpación agravada”. Las fincas del Polochic, entre otras, llevan meses invadidas. Los organizadores —que son bandas organizadas impunes— destruyen plantaciones, equipo, infraestructura, amenazan y hasta atacan a los propietarios y campesinos trabajadores, pero “fíjese que” eso es un tema delicado y es mejor y que lo decidan allá en la capital porque eso es de carácter político… (¿?)

El diputado Fernando Linares Beltranena, haciendo uso de su legítimo derecho de expresar una opinión sobre un tema de trascendencia política, es objeto ahora de una demanda penal por discriminación por parte del Ministerio Publico. Iniciaron una investigación en su contra sin haberle retirado su derecho de antejuicio. Es un acto penado por la ley, pero “fíjese que”…

La ley que no es pareja es cacería…

alfredkalt@gmail.com

ESCRITO POR:

Alfred Kaltschmitt

Licenciado en Periodismo, Ph.D. en Investigación Social. Ha sido columnista de Prensa Libre por 28 años. Ha dirigido varios medios radiales y televisivos. Decano fundador de la Universidad Panamericana.

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