El futuro gobierno, líderes políticos, sectores civiles y guatemaltecos en general estamos comprometidos a dar nuestra cuota responsable para experimentar un valioso y urgente cambio del país, con la esperanza de salir de esta pestilencia que nos ahoga. Las elecciones, que según criterios no resolverán la crisis política; el castigo a corruptos, modificaciones a las leyes electorales y llegada de otro mandatario electo popularmente permiten avizorar alguna esperanza, siempre y cuando el ganador cumpla con su deber y promesas de campaña, arremetiendo de inmediato, sin tapujos, contra la inseguridad y corrupción, para luego atender la cola de urgentes necesidades: salud, educación, trabajo, etc. El pueblo está optimista, eso sí, con cautela y duda.

Este cambio no es fácil, deben derrumbarse muros sólidos, a las buenas o a las malas. Bastiones para alcanzar tal anhelo, la Cicig, el Ministerio Público, el Tribunal Supremo Electoral, la Policía y el valiente clamor popular, que han marcado digna postura legal y cívica. Indiscutible el determinante apoyo del Congreso, a Corte de Constitucionalidad, la Corte Suprema de Justicia y Procuraduría de los Derechos Humanos. Todos esperan que continúe la recta aplicación de justicia pero de manera general, sin resguardo alguno, incluyendo a políticos, contrabandistas de peso y malos elementos de los tres poderes de Estado involucrados en corrupción.

En tanto llega tan ansiada luz al final del oscuro y tenebroso túnel, seguiremos soportando la violencia generalizada en contra de gente honrada. Cobarde acción de extorsionistas y sicarios, cuyo impacto cobra mayor fuerza en pilotos y ayudantes del transporte público y, lo peor, en usuarios víctimas ajenas. Este gremio sufre dolor, tristeza y repudio. Cierto es que han sido desbaratadas muchas estructuras criminales dedicadas al robo, asalto, corrupción, extorsión, narcotráfico, secuestro y asesinato, pero falta un plan para protegerlos. Ni siquiera anuncian como distractor la presencia de agentes sin uniforme en buses, para sorprender y matar en caso obligado a cualquier salvaje. Inexplicable que no siendo propietarios estén obligados a pagar extorsiones, aparte de cubrir sus sueldos y cuotas de sus patrones. Reunir más dinero ha sido también causa de mortales accidentes viales.

Mientras esto sucede, lloramos el incalificable secuestro, violación y asesinato, en Jutiapa, de Ashlin Castellanos, inocente criatura de apenas 4 años, víctima de un animal. Repudiamos el asalto y robo a atletas invidentes hondureños por policías uniformados, con una jovencita ultrajada y herida de bala. Alabamos la euforia chapina por el triunfo a escala mundial del compatriota Luis von Ahn, creador de la plataforma Duolingo, para aprender idiomas. Agradecemos a 14 candidatos presidenciales que firmaron su compromiso de respetar y garantizar la libertad de expresión y de prensa. Lamentamos la pérdida de dinero millonario en propaganda que pudiera aliviar el hambre de niños pobres.