PLUMA INVITADA

Hagan oír sus voces

Norma Torres*

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Nos encontramos en una encrucijada en la historia de Guatemala. Hace varios años, durante uno de mis viajes oficiales a este país, en un discurso que pronuncié en la Universidad de San Carlos les pregunté a los estudiantes quiénes pensaban ellos que eran los responsables por el futuro de Guatemala. Ninguno me pudo responder. La causa era el haber vivido todas sus vidas en un sistema político tan roto y paralizado que no se imaginaban que pudiera cambiar. En toda la trayectoria de mi carrera, ese momento siempre ha permanecido conmigo. Simboliza el desencanto de esos jóvenes, no solo con su gobierno y su país, sino también con su propia habilidad de cambiar el statu quo.

Las cosas indudablemente han cambiado desde entonces. Durante este pasado año se ha logrado mucho en Guatemala. Aunque la corrupción sigue plagando el sistema político, no hay duda de que vamos en la dirección correcta. Indudablemente, la Cicig y la fiscal general han jugado un importante papel, pero han sido las acciones del ciudadano común, especialmente los jóvenes que tomaron las calles y demandaron más de su gobierno, las que verdaderamente han sido instrumentales en los eventos ocurridos durante el último año. Las elecciones de este domingo nos dan una oportunidad de continuar en esa senda de progreso. Esta es una oportunidad que Guatemala no puede dejar pasar.

Entiendo que es difícil confiar en un sistema electoral cuyos resultados históricamente han generado solo corrupción y abusos, pero abstenerse de votar no transmite ningún mensaje. La abstención frena el cambio. Un voto este domingo no es solo una decisión entre dos candidatos, es un mensaje al ganador, sea quien sea, de que el pueblo lo está vigilando y no se va a conformar con repetir el pasado.

Hay un dicho en EE. UU. que dice: “Si no tienes un lugar en la mesa, entonces es que estás en el menú”. El proceso electoral es la manera más básica y esencial de garantizar nuestro puesto en la mesa. Nuestra participación señala que estamos invirtiendo en el resultado y no vamos a mirar para el otro lado si nuestros líderes abusan del poder.

Los resultados de manifestaciones pacíficas son la prueba de lo se puede lograr con el compromiso cívico sostenido, y esta elección será imprescindible para que el país siga adelante. Pero esto es solo el primer paso. El progreso en el país depende de la participación continua de los ciudadanos en todos los niveles.

Luego de que los votos sean contabilizados y el próximo líder de Guatemala haya sido elegido, nos corresponde a todos seguir exigiendo transparencia y responsabilidad de cada funcionario electo. Por lo tanto este domingo, salgan a votar, hagan oír sus voces y quien sea el ganador, no se queden callados; participen y continúen demandando e impulsando los cambios sistémicos y transformaciones trascendentales que el país tanto necesita.

*Congresista de EE. UU.

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