Un historiador que hace historia
Pidió que lo corrigieran si se equivocaba y le dieran fuerzas si flaqueaba; le reclamaran si les abandonaba cuando más los necesitara; y lo repudiaran si usurpara la confianza depositada en él un pueblo que demandaba honestidad y buen gobierno.
Vivimos un momento histórico extraordinario, expresó, la decepción con los gobernantes, con la política tradicional exige cambio en las viejas formas de administrar el poder. La Constitución exige a los administradores del Gobierno una permanente evaluación de resultados y rendición de cuentas. Deben ser castigados todos los funcionarios que no cumplan con responsabilidad sus deberes.
“La corrupción está carcomiendo nuestra democracia y está quebrando las finanzas públicas”, aseguró el nuevo presidente, prometiendo que su gobierno la combatiría “sin desmayo”. “No solo por razones éticas y económicas, que muy caro cuesta financiar a un Estado degradado por la corrupción y la ineficiencia. También y principalmente lo hará porque cuando los ciudadanos pierden la confianza en sus instituciones y consideran indignos a sus gobernantes, la democracia se hunde, la democracia se pierde y fenece”.
“Por eso afirmo”, dijo Solís, “que llegó la hora de acabar con la impunidad, la irresponsabilidad y la arbitrariedad de quienes, desde el sector público, la prohijen. Y llegó la hora, también, de acabar con la complicidad de quienes, desde el ámbito privado, pretendan amasar fortunas con negocios ruinosos para el resto de la sociedad en connivencia con los primeros”.
Guillermo Solís condenó también, por razones tanto éticas como prácticas, la evasión tributaria en todas sus manifestaciones. Debe comprenderse, prosiguió, “que la producción de riqueza solo contribuye al progreso de una nación en la medida en que genere el bienestar colectivo. Si no se reparte adecuadamente, la riqueza causa graves trastornos sociales y políticos”.
Respecto de la educación pública de los niños y jóvenes, prometió elevar la inversión. “La historia enseña que esta es la mejor inversión que cualquier país pueda realizar”, especialmente en un país como Costa Rica, donde existen “más maestros que soldados”.
El nuevo presidente demandó ejercer la democracia por medio de la transparencia, rendición de cuentas, mayor participación ciudadana, bienestar de los animales, libertad de conciencia, defensa del ambiente, y respeto a los derechos de las minorías nacionales. “Pasar de la democracia formal a la democracia real. Esa es la consigna de nuestro pueblo; ese, el espíritu de nuestros tiempos”, concluyó.
El historiador se congratuló de tener la oportunidad de hacer historia junto a su pueblo, que ha entrado al siglo XXI fortaleciendo su democracia, que potenciará su futuro desarrollo.
¡Muchas felicitaciones, profesor Luis Guillermo Solís!