La ignorancia es atrevida
Se acusa a antiguos simpatizantes o gente cercana de organizaciones que eran como el agua y el aceite: no se mezclaban. ¿Cómo es posible que personas a las que se les atribuye militancia en el Ejército Guerrillero de los Pobres podían tener acciones conjuntas con el Partido Guatemalteco del Trabajo? Carlos Figueroa Ibarra, desde México, indica este hecho, además de que el PGT estaba escindido en tendencias. De donde debiera identificarse por lo menos a la tendencia.
Luego, una señora que tiene un comprensible dolor señala a partidarios de la teología de la liberación. Los conocedores de asuntos políticos e ideologías revolucionarias saben que los religiosos que no renunciaron a su estado jamás participaron en acciones armadas. Los analistas pensaron que se trata de buscar un rompimiento en la Iglesia Católica, entre los sacerdotes con ideología de derecha y las posiciones de la opción preferencial por los pobres.
Finalmente, un financista de candidatos militares durante el enfrentamiento armado realiza una enumeración sin pies ni cabeza. El involucramiento de Iduvina Hernández, ajena a la estrategia revolucionaria armada, solo se explica por intrigas de rivales para desplazarla de su liderazgo en el campo de la seguridad democrática. Suma a una joven periodista, Marielos Monzón, cuyo padre fue un abogado honrado que tuvo un trágico fin, acusándola de crímenes que sucedieron cuando era niña o no había nacido. Igual acontece con diputados electos de la UNE, Orlando Blanco y Carlos Barrera, imberbes durante el enfrentamiento armado y que muy difícilmente pudieron disparar contra alguien, salvo que lo hicieran con sus pistolas de agua.
Un colega, ahora embajador de Guatemala, manifestó que los analistas de inteligencia del Ejército durante ese período eran profesionales y como tales habían podido recopilar información que les permitió dar golpes muy fuertes contra los grupos revolucionarios. Muy difícilmente ellos se confundirían en estas acusaciones y manotazos al aire. Parece más bien que se trata de gente que quiere “quedar bien”. Manipula a un profesional todavía traumado por haber sido retenido contra su voluntad o a una viuda que no ha superado su pérdida.
Lo más burdo consiste en incluir a familiares de la Fiscal General. Los parientes que optaron por un cambio para el bien del país son reos de exclusión, y de paso sirven para provocar la caída de una funcionaria pública. Bueno, es mejor que un suicidio planificado para derrocar al presidente.
Urge desintoxicar a la derecha del país. Textos mediados, con dibujitos, para explicarles que no “todos los comunistas son iguales”. Igual, ilustrarlos con historia política reciente, para que conozcan agrupamientos y debates, que les permitan adquirir: conocimiento y tolerancia.