Imprescindible unidad

Ileana Alamilla

|

Pero también se ha discutido en relación con el tratamiento que se les da cuando llegan autoridades centrales con el equipo de periodistas capitalinos que acompañan a los funcionarios(as). Los comunicadores departamentales han sido relegados e incluso menospreciados por sus propios colegas, que los ven de menos, en una actitud prejuiciosa, poco humilde y discriminatoria.

En diversos talleres, encuentros y seminarios en los que hemos participado con nuestros colegas, recibimos similares comentarios, hemos debatido al respecto, compartimos algunas de sus opiniones y preocupaciones, especialmente en relación con el ambiente riesgoso en el que les toca desempeñar su importante función. Los corresponsales de los medios nacionales tienen mejores condiciones que el resto, aun cuando quienes trabajan en canales de cable local o en radios que tienen una audiencia importante son muy apreciados por los usuarios de su trabajo. Pero, en todo caso, ninguno puede abordar a profundidad temas relacionados con los poderes paralelos sin enfrentar el riesgo de perder la vida.

La información departamental que recibimos en la capital sigue siendo deficitaria, pues en muchas ocasiones está todavía referida a sucesos, nota roja o a hechos intrascendentes, cuando es en esos territorios donde ocurren hechos verdaderamente noticiosos que no están siendo cubiertos, especialmente por razones de seguridad. Pocos son los medios que tienen espacios para los departamentos y menos los que ponen en lugares destacados la información que allí se genera.

Preferimos continuar con el centralismo que atrae el interés únicamente en lo que ocurre en la capital, en la reiteración de denuncias de corrupción que nunca encuentran un cauce inmediato y adecuado por parte del ente investigador; o en la cobertura de personajes que siempre son los que hablan y protagonizan. El atraso en el que sobrevive la mayoría, lo que aportan para que tengamos alimentos baratos y de calidad, el invaluable patrimonio cultural que allí permanece sin valoración adecuada, son temas despreciados, que no ameritan coberturas en los medios nacionales.

La prensa departamental ha dado ejemplo de consecuencia. Junto a Cerigua y la Unesco, ocho asociaciones departamentales propusieron al Gobierno la construcción de un Programa de Protección, entre ellas está la Asociación de Periodistas de Jutiapa, que la semana anterior conmemoró su XXVI aniversario de fundación, con un seminario en el que se abordaron aspectos aquí citados. Estar organizados es estratégico, hay que reconocer este logro de los jutiapanecos.

iliaalamilla@gmail.com

ESCRITO POR: