El 2 de junio de 1946 se llevó a cabo el referéndum histórico en el cual el pueblo italiano decidió abolir la monarquía, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial. Este hecho es significativo, además, porque fue la primera vez que en una consulta popular participó la mujer.

El pueblo italiano optó por un cambio radical y los resultados finales evidenciaron un 54% de los votantes en favor de la República, sobre un 45% por la Monarquía.

Días después es nombrado provisionalmente Alcide De Gasperi como jefe de Estado, y el rey Humberto II parte hacia el exilio. El ascenso de Mussolini al poder había desprestigiado grandemente a la Monarquía.

Los italianos fueron llamados a las urnas también para elegir la Asamblea Constituyente que redactaría la nueva Constitución italiana, que entró en vigor en 1948. Esa asamblea fue conformada por la unidad nacional ampliamente representada, logrando así un gran documento que satisfizo a un golpeado pueblo italiano.

Es significativo que la Constitución haga referencia en su primer artículo sobre que Italia es una república democrática fundada sobre el trabajo. Porque la constitucionalización del trabajo es un enunciado alentador para la dignidad y calidad de vida del ser humano, ya que garantiza la igualdad de derechos y oportunidades para el individuo.

A partir del inicio de la República empieza también “el Milagro económico italiano”, cuyo boom es a finales de 1960. En este periodo económico, Italia se transformó de un país eminentemente agrícola, marginado y pobre, a una de las mayores potencias industriales del mundo.

La rápida expansión económica trajo consigo la necesidad de una modernización de la infraestructura de todo el país, para cubrir las necesidades de transporte y generación de energía para la creciente industria. Tuvieron que construir kilómetros de vías férreas y autopistas para conectar los centros de habitación urbanos, con las áreas industriales. La Metropolitana di Roma (el metro de Roma) fue inaugurado desde 1955 y aún siguen construyendo más líneas, siendo un medio de transporte de primer nivel.

Quién no recuerda el famoso Fiat 500, considerado uno de los primeros automóviles microurbanos hecho en Italia, que aún hoy es sensación en el mundo.

Italia se propuso erradicar el analfabetismo luego de su proclamación como república, estableciendo la obligatoriedad de asistir a la escuela desde los 6 a 16 años de edad, y lo consiguió. La educación es prioridad de Estado y cuentan con escuelas públicas de alto nivel.

En la salud han puesto gran atención. A través del Servicio Sanitario Nacional, las personas tienen el derecho a las prestaciones del sistema público de salud y acceso a atención médica de forma gratuita.

El pueblo italiano de hoy considera que sus padres tomaron la decisión correcta en ese referéndum porque el país ha dado saltos gigantescos en su desarrollo integral. Pero al mismo tiempo quisieran que los políticos actuales mantuvieran el espíritu de los padres constituyentes, retomando el espíritu de honestidad, dignidad y orgullo con que en aquella época lucharon por sacar adelante a esa gran nación. 70 años después de esa consulta popular que cambió el destino de Italia, los retos son muchos porque la situación económica, política y social en la actualidad es muy compleja, con otros matices diferentes a los del pasado.

Pero seguramente, como hace siete décadas esta gran nación superó momentos terribles, así ahora podrá hacerlo bien porque su gente tiene el coraje, la creatividad y el carácter necesario.

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