Hoy como cada 2 de junio se celebra el Día Nacional de la República de Italia, un bello país con el que muchos se sienten identificados porque al pensar en Italia se evoca el corazón del antiguo Imperio Romano colmado de tesoros históricos, cuna del arte, arquitectura, gastronomía, moda e industrialización… Ah, y el fútbol, otro de los grandes componentes de la cultura italiana, que los hizo tetracampeones del mundo.

Y estos aspectos son los que la mayoría de personas conoce, pero hay mucho más allá de los clichés. Para empezar debo referirme a los italianos como enamorados de la vida, espontáneos, pasionales, románticos, personas gentiles, inteligentes y alegres, lo cual atrapa en su fascinación a quien los conoce.

El Renacimiento italiano comenzó en la Toscana, en las ciudades de Florencia y Siena, de allí inundó con esta corriente a toda Europa. Aunque el Coliseo, Venecia y la Torre de Pisa son distintivos arquitectónicos del país, lo que diferencia a Italia de otros países del mundo —igualmente bellos— es que es un grande e increíble museo a cielo abierto; cada pequeña ciudad italiana encierra en cada rincón un cúmulo de obras de arte, esculturas, arquitectura y fuentes incomparables.

La ópera es otra de sus riquezas, Rossini, Verdi y Puccini establecieron los estándares de la ópera en el mundo. Y ¿Quién no se ha estremecido escuchando a tenores como Enrico Caruso, Luciano Pavarotti o Andrea Bocelli? La ópera es parte misma de la esencia de la cultura italiana y lo maravilloso es que es accesible para todos los niveles sociales.

La cocina italiana es una de las más reconocidas en el mundo por su sabor y variedad, obviamente le vendrá a la mente una exquisita pizza o pasta, quizás un buen cappuccino o una copa de Chianti, pero su gastronomía va más allá de todos los límites del buen paladar. Cada zona del país cuenta con sus propios sabores, tradiciones y diferentes variedades de comida y vinos. Debo mencionar que Italia es el mayor productor de vino en el mundo.

Para los amantes de la velocidad y complacer los gustos más exigentes en motores, el Bel Paese fabrica los autos más exclusivos como un Ferrari, Lamborghini o Maserati.

Italia es considerada la cuna de la moda. Para su gente, el buen vestir es un instrumento de redención social y por lo tanto de ascenso de clase. Sus diseñadores son sinónimo de calidad, versatilidad y elegancia, siendo los más reconocidos a nivel mundial: Versace, Valentino, Dolce & Gabanna, Armani, Gucci, Ferragamo, Prada, Moschino, Fendi, Cavalli, etcétera. De hecho en Italia se celebró el primer desfile de modas. —Florencia, 1951.

¿Y qué me dice usted de los artistas, músicos, poetas, exploradores, pensadores, políticos y científicos, que marcaron toda una época y con su aporte cambiaron el mundo: Leonardo da Vinci, Miguel Ángelo, Cristóbal Colón, Marco Polo, Américo Vespucio, Galileo Galilei, Dante Alighieri, Nicolás Maquiavelo, Guillermo Marconi y cientos de ilustres personajes más?

Cuna de Sophia Loren, Claudia Cardinale, Gina Lollobrigida y Mónica Bellucci; actrices icono de la belleza, sensualidad y temperamento.

Italia cuenta orgullosamente con 50 sitios considerados como Patrimonio Mundial de la Unesco, convirtiéndose en el país con más sitios de interés en el globo, siendo el turismo una importantísima fuente de ingresos para ese territorio.

Pero el tesoro más grande que posee esta nación es el valor que se le da a la familia como pilar de la sociedad, “la mamma” mujer abnegada, dispuesta a dejarlo todo por su familia y a preparar deliciosas comidas para mantenerla unida, es quien manda en el hogar y siempre lo ha hecho, aún tras bastidores. En Italia la mujer es altamente respetada y valorada.