El 66% de la población guatemalteca cuenta con menos de 30 años de edad. Somos un país joven, con un potencial humano enorme. Sin embargo, los sueños de miles de jóvenes se ven truncados, especialmente quienes viven en áreas marginales urbanas y rurales. La violencia criminal, el narcotráfico, la corrupción, la pobreza, con sus lastres de falta de cobertura de salud, educación, empleo y vivienda, les impiden labrarse el futuro promisorio que anhelan. No les ofrecemos las oportunidades para desarrollar sus talentos y sus habilidades para la vida. El entorno que les rodea es atroz. O se integran a una mara, o son explotados con trabajos informales, o buscan emigrar a Estados Unidos a pesar de los peligros que conlleva.

Recibí un informe de Fernando Castro, consultor migratorio, que comenta: “…la cifra de menores migrantes no acompañados procedentes de Guatemala, El Salvador y Honduras, detenidos en la frontera entre EE. UU. y México, aumentó entre principios de octubre de 2015 y finales de enero de 2016, cuando la Patrulla Fronteriza capturó a 20,455 menores sin acompañante…” Expulsamos a nuestros jóvenes y con ellos va nuestro futuro.

La semana pasada asistí al Foro Latinoamericano de Inversión de Impacto 2016, en Mérida, México. Las empresas de impacto son negocios que resuelven problemas sociales y ambientales de manera rentable, y ya es una tendencia económica positiva en el mundo.

Una de las dinámicas más atractivas del foro son las presentaciones de los emprendedores que van en busca de inversionistas. Cuando le tocó el turno a Carla de Vanegas, emprendedora salvadoreña, presentó su empresa Joven360, de la cual es cofundadora. Carla narró la historia de Juan, un joven que creció en un barrio marginal de la ciudad de San Salvador y que su madre, una mujer muy trabajadora, le apoyó para que se graduara de técnico en Computación. El sueño de Juan era trabajar en una empresa, ganar experiencia y seguir aprendiendo como programador, pero no conseguía trabajo. La madre temía que migrara para Estados Unidos. Un día Juan tuvo la suerte de encontrar la página web: www.joven360.com. Su vida cambió. Esta empresa social vincula a los jóvenes con las empresas, pero se toma el tiempo para conocerlos, para apoyarlos a construir su historia, para orientarlos en sus habilidades y valores para la vida. Por eso la denominación 360, porque los apoya integralmente.

Gracias a Joven360, Juan logró su sueño. Ahora trabaja como programador en una empresa y desea apoyar a otros jóvenes y a su entorno. Carla concluyó diciendo: “Queremos conocer la historia de los jóvenes, no su currículum. Siempre le digo a mis colegas, tú estas en el lugar que te encuentras porque alguien te apoyó por primera vez para un empleo. Alguien creyó en ti. Eso se lo debemos a nuestros jóvenes en Centroamérica. Tenemos que darles esa oportunidad”. La plataforma “Joven 360” fue creada en El Salvador, en el 2011. Ha colocado entre pasantillas y empleos a 4,500 jóvenes y otros tres mil en procesos de voluntariado y proyectos generadores de competencias. En enero del 2016 inició sus operaciones en Guatemala. “Joven360 es una iniciativa loable que lucha contra una realidad que parece imposible de vencer. Sin embargo, ahora tenemos la tecnología que nos une. Tenemos el poder para transformar nuestra realidad”, agregó el Clarinero.

P.S: Celebro que el Congreso aprobara la Ley Orgánica del MP. Guatemala renace gracias al trabajo impecable de Thelma Aldana y el Comisionado Iván Velásquez y sus eficientes equipos que investigan las estructuras corruptas que nos asfixian.