HAGAMOS LA DIFERENCIA

Jubilados en Guatemala

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La tercera edad llega antes de lo que nos imaginamos, cuando sentimos está allí, a la vuelta de la esquina. En el quehacer diario, nos olvidamos del futuro por estar cuidando el presente. ¿Hemos pensado en nuestra jubilación? En Guatemala, los sistemas de previsión social están desfinanciados y su cobertura apenas llega a un 25% de la población trabajadora. A pesar de que en Guatemala existen 16 programas de previsión social, son tres los programas básicos: a) Invalidez, Vejez y Sobrevivencia (IVS), del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), con más de un millón de afiliados entre trabajadores públicos y privados, b) Clases Pasivas Civiles del Estado (CPCE), con aproximadamente 170,000 cotizantes, empleados públicos, c) Instituto de previsión Militar (IMP), con aproximadamente 5700 cotizantes activos, militares. Existen 13 programas complementarios de instituciones descentralizadas, y el programa no contributivo del Adulto Mayor.

Todos los programas necesitan revisión y adecuación a la realidad actual. Con los problemas suscitados últimamente en el IGSS, el programa peligra, pues no se tiene el blindaje suficiente para proteger los fondos. Además, este programa proporciona una pensión de miseria al compararlo contra la canasta básica vital actual. Según estudios del CIEN, el régimen de Clases Pasivas Civiles del Estado tiene serios problemas de financiamiento, pues más de Q1,500 millones son financiados por medio del presupuesto estatal, el número de pensionados ha aumentado más del 86% en 14 años, y el número de cotizantes ha permanecido relativamente estático. Este régimen es de reparto simple, o financiamiento sobre la marcha; es decir que el dinero que los trabajadores van aportando mensualmente sirve para pagar las pensiones de los trabajadores ya retirados. Algo parecido sucede con el Instituto de Previsión Militar, donde además se tuvo el agravante de la reducción del ejército después de los acuerdos de paz.

Existen quejas de los jubilados, que las pensiones son muy bajas para la realidad actual, lo que es cierto para la gran mayoría, pues aún existen pensiones en las CPCE de Q800 mensuales. En el IGSS hay pensiones que no les alcanza ni para el pasaje y el almuerzo cuando van a recogerlas. Contradictoriamente existe un desbalance financiero fuerte, debido a que las condiciones para calificar son muy generosas. En el gobierno, una persona que comenzó a trabajar a los 18 años, puede jubilarse a las 48 años con el cien por ciento del promedio de su sueldo en los últimos cinco años, según la esperanza de vida actual el régimen se ve obligado a pagarle pensión por más de 30 años.

Algo grave está sucediendo para la previsión social del país, y es el hecho de que el gobierno, las instituciones gubernamentales y no gubernamentales, y desde hace algún tiempo la iniciativa privada están optando por contratar a sus trabajadores por servicios liberales, lo cual hace que el sistema no sea sostenible en el tiempo, ya que la base que los sostiene cada vez se está reduciendo.

Deberá hacerse análisis serio sobre esta situación, para poder pagarles pensión y jubilación más digna a los jubilados actuales, sin comprometer el futuro. Alguien debe revisar la situación a la que estamos empujando a los trabajadores del país. Mientras tanto nosotros, los que trabajamos bajo régimen liberal debemos hacer previsión, ahorrando por lo menos el 40% de lo que facturamos y así tener un futuro más digno.

ESCRITO POR:

Samuel Reyes Gómez

Doctor en Ciencias de la Investigación. Ingeniero agrónomo. Perito agrónomo. Docente universitario. Especialista en análisis de datos, proyectos, educación digital. Cristiano evangélico.