Este día será investido el presidente número 45 de los Estados Unidos de América, y los sondeos muestran a Donald Trump como el presidente más impopular de los tiempos modernos, con tan solo un 40% de aceptación de la población.

La agenda de hoy será muy intensa, algunos eventos están señalados por la Constitución estadounidense, tales como la juramentación, el día y la hora que se realiza el acto, pero otros eventos de hoy se espera que se lleven a cabo por costumbre o tradición. Se desconoce si Trump estará dispuesto a seguir o no las usanzas que la agenda del día impone para la toma de posesión, pero ya veremos.

Hoy se respira gran tensión en el ambiente, primero porque Trump ha mantenido una relación complicada con la prensa y con sus polémicos tuits —que según él han sido para defenderse— ha caldeado aún más los ánimos. Se espera que manifestantes activistas inunden Washington para mostrar su rechazo al nuevo presidente. Esto, sumado al boicot de 60 congresistas, que no asistirán a la ceremonia presidencial.

Si es que la tradición se mantiene, deberían iniciar el día con un desayuno familiar privado, que compartirá con invitados muy íntimos, y se lleva a cabo en la casa de huéspedes Blair House, en la Casa Blanca, donde se supone que debieron haber pasado la noche Trump y su familia.

Acto seguido, deberían asistir a un servicio religioso privado y posteriormente tomarán el té con los Obama, en la Casa Blanca. Allí le entregarán las llaves de su nuevo hogar. Luego se irán juntos al evento de juramentación.

Para esta ceremonia de investidura se ha montado un gran escenario en el Capitolio, donde Donald Trump jurará sobre dos biblias, una será la misma que utilizó Abraham Lincoln y la otra, una que le obsequió su madre cuando era niño. Luego ofrecerá su primer discurso como presidente, que durará 20 minutos, y según dicen, es inspirador y con visión de futuro. Jackie Evancho será la encargada de cantar el himno nacional. Posteriormente, tendría que asistir al tradicional almuerzo en el Congreso.

Después, procede una revisión de las Fuerzas Armadas y luego iniciará el desfile inaugural. Finalizado esto, se debe trasladar del Capitolio hasta la Casa Blanca. Algunos presidentes lo han hecho a pie, otros han preferido caminar un tramo y luego suben a un vehículo.

Por la noche se espera que asista a tres bailes de gala, donde tendrá que bailar con la nueva primera dama.

Todas las miradas estarán puestas sobre Melania Trump, no únicamente por su belleza y elegancia, sino porque grandes diseñadores como Tom Ford, Marc Jacobs, entre otros, se han negado a vestirla para boicotear a Trump, pero finalmente la nueva primera dama eligió para este importante acto al diseñador estadounidense Ralph Lauren.

Seguramente optará por un diseño minimalista, como ha sido su tendencia, y en cuanto al color del vestido, la tradición marca que la primera dama vista de azul, blanco o rojo —los colores de la bandera de EE. UU.—. Pero existe la posibilidad de que ella elija otro color, porque se rumora que tiene toda la intención de ser reconocida como la más elegante y glamorosa anfitriona que haya habitado la Casa Blanca.

Durante la ceremonia habrá un amplio dispositivo de seguridad. Se ha previsto la participación de 28 mil agentes, incluyendo el Servicio Secreto, la Guardia Nacional, el FBI y la Policía.

Seguramente Trump será el presidente más polémico de la historia y dará mucho de qué hablar en el futuro, pero la expectativa es qué tipo de gobierno se puede esperar de él. Algunos lo aman y otros lo odian, hay quienes creen incluso que es el Anticristo, pero antes de juzgar habrá que esperar al menos cien días para ver sus primeras acciones.

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