SI ME PERMITE

La comunicación es un arte que debe cultivarse

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“La libertad de prensa, lo mismo que todas las libertades, tendrá sus inconvenientes, tendrá sus peligros; pero con todos ellos es preferible a la tranquila placidez del despotismo, como decía Tácito”. José María Vigil

Si se asigna un día específico para la libertad de prensa es porque simplemente no es un privilegio que se tiene en todas partes. En algunos países la gente puede expresarse como quiere y nadie tiene nada que decir, pero en otros las restricciones son de tal modo que uno debe pensar dos veces si lo dice o no, porque puede acarrear daños irreversibles.

Claro está que cuando hablamos de libertad no se entiende que uno puede agredir u ofender a otros. Lo que se dice es para informar o bien para expresar una postura que uno sostiene y con ello permite que los demás sepan lo que sucede.

Cuando hacemos bien el trabajo de comunicar o bien difundir una idea, esto es todo un arte que se debe cultivar y se debe desarrollar de tal modo que gratifique a los que reciben la información como también al que la emite. Un trabajo como este tan complejo implica una elaboración cuidadosa para que los abruptos no estén presentes, porque ellos hacen más daño que bien y difícilmente puede uno regresar para corregirlos.

Cuando uno recibe una información de prensa difícilmente está entendiendo las etapas que esta tiene que pasar para que pueda ser no solo legible, sino también pueda aportar a la vida de uno, educándolo.

Sin lugar a duda, primero tiene que informarse de lo sucedido y una vez que se ha entendido lo ocurrido debe empezar a elaborarse una nota para que sea entendida por los que la han de recibir y además de entenderla puedan usarla y aprovecharla.

Si somos realistas de nuestro medio al que estamos informando con nuestras notas debemos admitir que muchísimas veces tenemos la tarea de educar a nuestros receptores, algunas de las ocasiones agregando más información para que se entienda de qué se está informando.

En la conducta humana es evidente que cada uno es deliberadamente selectivo al momento de informarse, pero esa selectividad en muchas ocasiones crea desinformación.

Los que mejor se informan son aquellos que en una manera panorámica reciben información y con ese modo aprecian lo que se les informa.

Primordialmente debemos admitir que cuando se está informando de algo no todos están felices porque no siempre favorece sus intereses personales, y por ello cuando tienen algún poder logran limitar la libertad de pensamiento para alcanzar sus logros.

Debemos entender que la vida no es solo el momento que estamos viviendo, además de aceptar que cada cosa que sucede en nuestro derredor o en nuestra persona está haciendo una historia que en el mañana tiene que poder interpretarse.

Los grandes eventos históricos de nuestro pasado no fueron producidos con la idea de que en el futuro se hablara de ellos. Posiblemente muchísimos ni estaban conscientes de ello, pero sí hicieron historia.

Por ello mismo, defendamos en lo que sea de nuestra parte la libertad de prensa, sabiendo que con ello dejamos una herencia de claridad y libertad. Pero también con nuestros actos cultivemos la atmósfera necesaria para que se pueda disfrutar, porque este modo de vida se inicia con lo que decimos, comentamos o divulgamos entre nuestra gente.

samuel.berberian@gmail.com

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.