<DIV> CAROLINA DE PERALTA</DIV>

La crisis del agua

Nuevamente surge lo que siempre he llamado Crisis del Agua. Guatemala está llegando a un punto catastrófico en que las grandes aglomeraciones impiden la satisfacción de las necesidades del agua, tanto en áreas urbanas como rurales. Se hace uso indiscriminado de los recursos hídricos a nivel nacional, no se respetan las cuencas y se desvían para favorecer a determinados sectores. Se usan de manera indiscriminado también las aguas subterráneas, agotando los mantos freáticos. Por ello la agricultura y la ganadería se ven afectadas en cuanto a la población más pobre; la minería y las hidroeléctricas han incursionado sin que haya una reglamentación formal, únicamente disposiciones temporales dispersas. ¿Por qué hemos de esperar a que estalle una crisis social para reglamentar en debida forma lo relacionado con los recursos hídricos? La solución, como lo he dicho desde los años ochenta, es una Ley General de Aguas de la República de Guatemala. Mientras no se emitan disposiciones debidamente regladas y aunadas en un texto legal, seguirán los problemas sobre uso y abastecimiento de agua.

Más de 80 millones de habitantes de Latinoamérica y el Caribe (Cepal) carecen de agua potable. Cerca de 900 millones en el mundo no tienen acceso a este servicio y más de un millón y medio de niños mueren en el mundo, cada año, por esta carencia. Naciones Unidas declaró que el acceso al agua limpia y segura es un derecho humano esencial. La Cepal ha manifestado que el acceso al agua y al saneamiento ambiental debe ser equitativo y no discriminatorio, económica, social y ambientalmente sustentable y de costo accesible. Es obligación del Estado proteger a la gente de la desconexión a los servicios de agua y de la contaminación, prohibir que individuos o empresas lesionen los derechos de otros. Este problema debe ir aunado al combate de la desnutrición infantil.

En el Día Mundial del Agua, muchos han manifestado que este es un recurso limitado y que debido a la contaminación, tanto las aguas superficiales como las subterráneas se están agotando, según la Organización Meteorológica Mundial. En Guatemala, a diferencia de otros países, incluyendo los vecinos centroamericanos, se da poca importancia al problema. Se han presentado varios proyectos de ley de aguas y ninguno se ha tomado en serio. Yo, desde 1984, presenté un Proyecto de Ley General de Aguas de la República de Guatemala.

No debemos perder más tiempo en estar dictando medidas temporales que en nada contribuyen a solucionar el problema del agua. El calentamiento global, el uso indiscriminado, la deforestación, la contaminación, el uso y abuso de los proyectos mineros e hidroeléctricos, el agotamiento de los mantos freáticos reclaman la urgencia de emitir las disposiciones pertinentes para solucionarlos y el único camino para esto es la emisión de una Ley General de Aguas de la República de Guatemala; de lo contrario, los problemas sociales pueden agravarse.

* Especialista en Legislación y Derecho de Aguas

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