A CONTRALUZ

La dinastía Ortega Murillo

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QUIÉN IBA A DECIR que 37 años después de haber caído la dictadura de Anastasio Somoza, otra igual se perfila de la mano de la dinastía Ortega Murillo, otrora revolucionarios de pura cepa pero que se han convertido en una familia que controla el poder, usufructúa el gobierno y amasa riquezas a manos llenas. El más reciente golpe que dio Daniel Ortega Saavedra fue la destitución de 16 diputados propietarios y 12 suplentes electos popularmente en el 2011 que representaban el último bastión opositor, con lo que ahora queda despejado el camino para su tercera reelección sin ningún problema. Se especula que la candidata a vicepresidenta podría ser su esposa, Rosario Murillo, quien en la actualidad es la vocera oficial, a cargo del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, cuyas facultades llegan hasta poner y quitar ministros. De esa forma se aseguraría que la pareja real ostente el poder absoluto.

QUIEN CREA QUE en Nicaragua se asiste a la consolidación del socialismo a través de un partido hegemónico proletario está equivocado, principalmente aquellos izquierdistas románticos. No, en ese país la revolución sandinista sirvió para que el clan Ortega Murillo se enriqueciera, de la mano del saqueo de bienes del Estado y del petróleo venezolano. Antes de entregar el poder a Violeta Chamorro en 1990, luego de la derrota electoral del FSLN, la cúpula sandinista se apropió de empresas, fincas, residencias y fondos que les permitieron convertirse en grandes potentados. A partir del 2007, los Ortega Murillo encontraron otra vía de enriquecimiento al controlar la empresa Albanisa, que distribuye el petróleo venezolano enviado a precios preferenciales.

HOY, LA FAMILIA ORTEGA Murillo se dedica a la ganadería, a la industria lechera, a la hotelería, tiene una red de radioemisoras y cinco canales de televisión, entre otros bienes. Para que no queden dudas de que es un emporio familiar, los hijos Ortega Murillo controlan todo. El mayor, Rafael, administra los negocios adquiridos con fondos venezolanos y su esposa, Yadira Leets, dirige la Distribuidora Nicaragüense de Petróleos. Constantino y Edmundo controlan el canal 4 de TV; Juan Carlos controla el canal 8 de TV y la productora Difuso, que trabaja spots televisivos para el Gobierno; y Camila y Maurice dirigen el canal 13 de TV. Pero lo mejor está reservado para Laureano, asesor para las Inversiones del Gobierno y a quien sus padres preparan para que sea el sucesor de Daniel Ortega. Tan así que fue el encargado de negociar con el empresario chino Wang Jing la construcción de un canal interoceánico en el gran Lago de Nicaragua y ha encabezado delegaciones presidenciales a China y Rusia. El nepotismo en su máxima expresión.

EL CLAN FAMILIAR ha desmantelado cualquier forma de oposición. El sector empresarial es aliado de Ortega, como el mexicano Ángel González, con quien mantienen un “duopolio”, ya que este controla cinco canales de TV y los Ortega Murillo otros cuatro. El presidente de la gremial empresarial José Adán Aguerri y Carlos Pellas, que dirige el principal grupo empresarial del país, comen de la mano del gobierno. Y por si no bastara, la astuta pareja presidencial ha logrado el apoyo y silencio de la jerarquía de la Iglesia Católica, luego de haber promovido la ley contra el aborto más dura y reaccionaria del continente. De esta forma, los Ortega Murillo están reeditando la dictadura que en su momento combatieron, solo que ahora con nuevos encubridores y lacayos.

@hshetemul

ESCRITO POR:

Haroldo Shetemul

Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, España. Profesor universitario. Escritor. Periodista desde hace más de cuatro décadas.

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