A CONTRALUZ

La dolce vita

|

SI ALGUIEN TENÍA ESPERANZAS de que Alejandro Maldonado Aguirre iba a entender la importancia histórica de responder a las demandas ciudadanas de cambios a profundidad en el Organismo Ejecutivo, a estas alturas ya se habrá dado cuenta de que estaba equivocado. Llevamos ya casi mes y medio de que este antiguo liberacionista llegara a la Presidencia de puro chiripón y no se notan cambios fundamentales. Al contrario, ha llevado al Gabinete a personajes cuestionados y en las aduanas la defraudación sigue viento en popa, y mejor aún porque los operadores ya no tienen que compartir el botín con Pérez Molina y Baldetti.

EN SU DEFENSA, EL PRESIDENTE podría argumentar que él no tiene obligación de cumplirle a nadie porque no prometió nada para acceder al poder. Está bien, que disfrute los 15 segundos de gloria que le deparará la historia a un gobierno anodino de transición, pero no podemos aceptar su irresponsabilidad de llevar a la administración pública a gente con un pasado oscuro. Ese es el caso del exdiputado Jorge Méndez Herbruger, que ahora es el flamante ministro de Economía. Cuando este señor presidió el Congreso fue quien firmó el pacto colectivo gamonal con el sindicato que ahora consume los recursos de ese organismo y continúa en total secretividad. ¿Cómo podemos hablar de un saneamiento de las finanzas del Estado si ahora está ahí uno de los responsables del saqueo de nuestros impuestos?

EL MANDATARIO TAMBIÉN colocó en el Ministerio de Salud a Mariano Rayo, quien ha reconocido que no sabe nada de medicina. Cuando este funcionario fue diputado mantuvo una férrea oposición a las leyes contra el tabaco; no representaba los intereses del pueblo en el Legislativo, sino que estaba al servicio de las tabacaleras y abiertamente bloqueaba la aprobación de leyes para regular un producto cancerígeno. ¿Y qué podrá decir el presidente de combatir el nepotismo si la ministra de Gobernación tiene a toda su familia en esa cartera? Soy502.com revela que el clan de Eunice Mendizábal incluye a su madre, Milagro Estela Villagrán; a sus hermanas Yomila y Odette; a su esposo, David Antonio Moya; a su exesposo Héctor Roldán, así como cuñados, sobrinos y primos.

MALDONADO AGUIRRE DEMUESTRA que su paso por el Ejecutivo será para mantener el statu quo, como lo hizo en la Corte de Constitucionalidad, donde logró anular la sentencia por genocidio contra Ríos Montt y estaba al servicio de los intereses del Cacif. Por eso no es de extrañar que haya nombrado a Antonio Arenales Forno, hasta ahora secretario de la Paz, como embajador ante la ONU, pese a haber sido un estrecho colaborador de Pérez Molina y artífice de que el anterior gobierno dijera que no hubo genocidio en el país. ¿Cuál combate a la impunidad, corrupción y nepotismo? ¿Cuál transparencia? ¿Cuál cambio de rumbo? Maldonado Aguirre pareciera entregado a la dolce vita de un cargo que siempre le fue esquivo en procesos electorales. ¿Para qué amargarse la vida tratando de sanear la administración pública, si solo tiene tres meses para saborear las mieles del poder?

@hshetemul  

ESCRITO POR:

Haroldo Shetemul

Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, España. Profesor universitario. Escritor. Periodista desde hace más de cuatro décadas.