URBANISMO Y SOCIEDAD

La nación

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“Los sueños, sueños son” y no pasarán sin que al levantarnos ordenemos el escritorio y nos pongamos a trabajar. Existen propuestas sin ton ni son. Pero la realidad de Guatemala es tan cruda que no nos permite mayores desvaríos; es decir, la pérdida de la razón pasajera. Semipolíticos han emergido en este maremágnum de problemas tratando de tomar la rienda de este barco a la deriva que es Guatemala, en que se entremezclan asuntos de Estado con los propios. Estamos, pues, ante una realidad social en que los golpes son contundentes, que han hecho que la sociedad busque un camino para poder reencauzar sus esfuerzos de sobrevivencia y se ha amarrado a cualquier palo. Naciones Unidas había tirado algunas líneas, que quizás sirvan a aquellos que desesperadamente andan buscando un puerto de llegada. Esta institución trazó esta lista para garantizar los derechos de las personas. Estableció los siguientes derechos: “Condiciones satisfactorias: derecho a fundar y afiliarse a los sindicatos (Artículos 6, 7 y 8); seguridad social, incluso al Seguro Social (Artículo 6) la vida familiar, incluida la licencia parental remunerada y la protección de los niños (Artículo 10); un nivel de vida adecuado, incluso alimentación, vestido y vivienda, y la ‘mejora continua de las condiciones de existencia (Artículo 11)’; la salud, específicamente el ‘más alto nivel posible de salud física y mental (Artículo 12)’; la educación, incluida la enseñanza primaria universal y gratuita, disponible en general, la enseñanza secundaria, e igualmente accesible la educación superior. Esto debe estar encaminado a ‘el pleno desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su dignidad, y debe fortalecer el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales’, y ayudar a todas las personas para participar efectivamente en la sociedad (Artículos 13 y 14); participación en la vida cultural (Artículo 15)”.

Aquí está en pocas palabras cualquier reencauzamiento de la nave que debería tener cualquier plan de gobierno, pues esa bandera de la anticorrupción es solo una parte del esfuerzo que hay que realizar. Como bandera para alcanzar el poder estuvo bien, en especial ante un pueblo tocado por este sistema corrupto y valía en parte. Pero la otra, la que nunca se dijo, era esa que debería de estar acompañada de planes nacionales y regionales que definan los procedimientos para la formulación de ordenamiento territorial, el uso del suelo con el fin de promover este desarrollo estableciendo una línea de seguridad y desarrollo, pues la violencia además es otra guerra que Guatemala está atravesando centrada entre maras asesinas y políticos corruptos, en que los emigrantes son más que todo exiliados del sistema y que no pueden ser tratados como apoyo para el desarrollo, pues ellos son producto de ese subdesarrollo. Por lo que antes de estar externando sueños será mejor ponerse a trabajar en realidades. Se debería empezar por saber que la sede del gobierno central está en una ciudad región y que también tiene sus problemas.

ESCRITO POR:

Alfonso Yurrita Cuesta

Arquitecto con estudios de urbanismo en Land Reform Training Institute, Taiwán / Lincoln Institute of Land Policy, Inc., EE. UU. Director de la Unidad Planificación Urbana Municipalidad de Guatemala. Desarrolló el Plan Regulador de Antigua Guatemala.