URBANISMO Y SOCIEDAD

La pesadilla infinita de Guatemala

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Ahora no son los sismos, sino el agua, que está generando una serie de tragedias en zonas de vivienda popular (champas). Esto es tan trágico como las causadas por el terremoto de 1976. Los asentamientos urbanos en estado de pobreza son producto de las crisis urbano-regionales históricas en Guatemala. El modelo de subdesarrollo sigue determinando una desorganización espacial, en términos de asentamientos humanos, que evidencia un dramático desequilibrio de estos.

En 1961 se promulgó la Ley Preliminar de Parcelamientos Urbanos para organizar los nuevos desarrollos habitacionales. En 1956 la ley Preliminar de Urbanismo habla de influencia urbana. En 1984 el Banco Nacional de la Vivienda estableció una serie de normas de desarrollo metropolitano junto a la Municipalidad de Guatemala. La labor de revisión de las normas de construcción quedó a cargo del “Consejo del reglamento de construcción de Guatemala”. Se componía por el alcalde y los colegios de Arquitectos e Ingenieros. En la constitución de 1985 se dejaron establecidas varias políticas sobre vivienda marginal que quedaron escritas en el artículo 105: Viviendas de los trabajadores. El Estado, a través de las entidades específicas, apoyaría la planificación y construcción de conjuntos habitacionales, estableciendo los adecuados sistemas de financiamiento que permitieran atender los diferentes programas, para que los trabajadores pudieran optar a viviendas adecuadas que llenaran las condiciones de salubridad. Pero todo esto desapareció ante los nuevos modelos económicos.

Con anterioridad habíamos señalado los problemas de Guatemala en materia de ausencia de vivienda popular y de riesgos y organización territorial, donde hay 18 asentamientos que han sufrido problemas, como el de Santa Isabel en Villa Nueva y los deslizamientos en las zonas 6 y 13 en la Ciudad de Guatemala y otro, como el asentamiento Colom Argueta, que fue pasto de las llamas con saldo de alrededor de 30 viviendas consumidas. Estos asentamientos se desarrollan sin ninguna asistencia técnica urbana municipal ni gubernamental.

Ahora Conred señala los problemas del inicio de la temporada de lluvia que ha provocado ya 141 incidentes, y dos muertos, además de daños a más de 2 mil viviendas: 173 mil 685 afectados, mil 466 damnificados, 2 mil 293 evacuados, 903 albergados, 7 heridos y Cambray con 73 muertos. Los asentamientos urbanos en estado de pobreza son producto de la crisis urbano-regionales históricos en Guatemala.

Guatemala tiene espectáculos geofísicos, pero muy pocos pueden gozarlos, pues existen zonas de alto riesgo que merecen atención por las municipalidades y por los encargados de la construcción y organización de la ubicación de las edificaciones, sin olvidar la conciencia ciudadana, que debe empezar por tener el conocimiento al respecto.

Desde la década de los 70 hasta el año 2008, los capitalistas privados hacían campaña en contra de las intervenciones del Estado a nivel nacional e internacional que restringían sus ganancias, como el keynesianismo, que fue una gran reforma del pensamiento económico, seguido inevitablemente por una contrarreforma a finales de siglo XX. La economía clásica la había recuperado en gran parte Milton Friedman, quien merece gran parte del crédito con sus Chicago Boys, quien convenció en 1932 de que la economía moderna podría ayudar a poner fin a la Gran Depresión.

Y así finalizamos con la privatización de las obras gubernamentales y la corruptocracia, junto al cambio climático: huracanes, tornados y tormentas que producirán altas temperatura y evaporación.

alfonsoyurritacuesta@gmail.com

ESCRITO POR:

Alfonso Yurrita Cuesta

Arquitecto con estudios de urbanismo en Land Reform Training Institute, Taiwán / Lincoln Institute of Land Policy, Inc., EE. UU. Director de la Unidad Planificación Urbana Municipalidad de Guatemala. Desarrolló el Plan Regulador de Antigua Guatemala.

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